Luego de viajar a Corrientes para presenciar otro juicio en la lucha por esclarecer los delitos de lesa humanidad cometidos en la última dictadura, pude comprobar con mis propios ojos lo que espero no se transforme en una costumbre: simpatizantes de aquellos genocidas queriendo hacernos creer que los asesinos de ayer hoy son simples víctimas.

Portando rosarios mientras defendían a torturadores –en una curiosa forma de interpretar la Biblia– y con carteles reivindicando el terrorismo de Estado, un pequeño grupo de sostenedores de la impunidad intentó entorpecer un camino que la Justicia argentina, el gobierno nacional y la sociedad en su conjunto ya decidieron no se detendrá. No hay espacio para la confusión. Nuestro país juzgará a todos los que desde el Estado violaron los derechos humanos, asesinando y torturando a miles de hombres y mujeres.

La experiencia de Corrientes también nos demostró que se pueden acelerar las causas utilizando como instrumento legal el enjuiciamiento a todo un centro clandestino de forma integral. Se sabe, si la Justicia es lenta, no es Justicia.

Por otro lado, debo decir que si bien es cierto que los derechos humanos comprenden todo un abanico de problemáticas que debemos atender y conocer en profundidad, y no sólo aquellas surgidas en los años ‘’70, sólo las podremos abordar con éxito si logramos resolver primero los crímenes que aún están impunes.

La dolorosa desaparición de Julio López, testigo clave en el caso Etchecolatz, nos demostró que si hay un aspecto que debemos encarar ya mismo es el de la protección de aquellos que con gran valentía brindan su testimonio. Para ello es indispensable abocarse a la tarea de encontrar los mecanismos legales necesarios para que los testigos puedan sentirse más seguros. En esa dirección ya estamos trabajando en la Cámara; estudiando experiencias internacionales y con la intención de presentar un proyecto para que el Estado asuma su responsabilidad. Es decir, garantizar la seguridad de todos los argentinos que, prestando su declaración, colaboran en forma esencial para que se haga justicia.

* Nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo - Diputada nacional Libres del Sur.