Nadie escucha a los Redondos en la sede de Unión por Todos. Pero allí están, sonando con toda improbabilidad en una radio: “Estás cambiando más que yo: yira, yira, yira”, canta el Indio cuando Patricia Bullrich entra, esquiva una bandera argentina desteñida, los sables que le ofrendó el Servicio Penitenciario Federal cuando era funcionaria y se mete en su oficina. En diálogo con Página/12, la diputada de la Coalición Cívica ametralla: Roberto Lavagna “volvió a ser un empleado”, a Cristina le queda “ser la mujer del presidente del PJ” y la gestión de Macri tiene “muchas palabras” y “poca sustancia”.

–¿Quién tiene que ser la candidata a presidente de la Coalición en 2011?

–La candidata sin dudas es Carrió.

–¿Y usted en qué lugar va a estar?

–Qué sé yo. Si llega al gobierno, me gustaría tener un cargo ejecutivo, porque creo que sirvo para eso.

–¿Carrió “no tiene todos los patitos en fila”, como dijo Aníbal Fernández?

–Lo dice porque no es verticalista como él, que siempre se enfila detrás del primer patito. Los patitos en fila son los patitos kirchneristas que siempre hacen lo que dice el pato mayor: si el pato mayor es Kirchner, es Duhalde, es Menem, siempre hacen lo que dice.

–Como peronista, ¿cómo ve la normalización del PJ?

–Yo fui peronista hasta el ’93, cuando me fui del PJ...

–Pero sigue siendo peronista.

–No sé si soy... Kirchner instrumenta un PJ como herramienta de consolidación del poder. El ganó diciendo que su campaña era contra el pejotismo de la provincia de Buenos Aires. Cuando pasaron a hacerle la venia, Kirchner decidió organizar el PJ con la lógica del partido único.

–¿Se imaginaba el acuerdo entre Kirchner y Lavagna?

–Lavagna no tenía un proyecto opositor, sino un problema de celos: intentó ser número uno y no pudo. Entonces, volvió a ser empleado. Y Kirchner a los empleados los trata bastante mal. Si lo mira a Solá, se va a dar cuenta de cuál va a ser su futuro...

–¿Y qué futuro le ve a su ex aliado Ricardo López Murphy?

–Es difícil verle futuro a alguien que no lo quiere tener. El problema lo tiene él. En esta elección se demostró que ya no tiene lugar la diáspora de personalidades. Incluso, Blumberg, con un impacto mediático muy alto, terminó con un resultado muy pequeño. La Argentina va hacia dos espacios muy claros: uno de la democracia participativa y el cambio contra otro de lo conservador y de la corporación.

–¿Esto no replica la lógica peronismo-antiperonismo?

–No, no, el problema del país ya no es más peronismo-antiperonismo, sino corrupción versus transparencia.

–¿El espacio de Macri va a disputarles ese lugar?

–No puede competir, porque no tiene voluntad. Están con la teoría de la gestión aséptica. En el 2009 la batalla política va a ser entre el oficialismo y la Coalición Cívica. El macrismo sólo compite en Capital.

–¿Qué medidas de Macri compartió y cuáles no?

–Estuvo bien la intervención para desregular la obra social, pero ahora es poco claro lo que están haciendo con los informes de la Auditoría. Se plantean muchos anuncios y hay que ver si las cosas se hacen, como las obras en las escuelas o cuando se dijo que la Guardia Urbana desaparecía y son agentes de tránsito. Hay mucha palabra, pese a que Macri dice que su objetivo es la gestión. A la tecnocracia pura le falta sustancia, con esto de que quiere las cosas ya, con ese estilo de “compre ya” que tiene.

–¿Cristina tiene un estilo distinto al de su marido?

–Es un poco triste el rol de ser la mujer del presidente del PJ. Kirchner lo fusiló a Duhalde por manejar el aparato político y hacerle sombra. Hoy ese rol lo tiene él con su mujer.

–Carrió dijo que la Justicia estadounidense es independiente y luego que hubo un pacto del Gobierno con Estados Unidos. ¿Cuál de las dos cosas es cierta?

–No, cuando el Gobierno quiso mostrar que había arreglado la causa con Estados Unidos, le preguntamos en una carta al embajador: “¿Se está queriendo tapar el caso?”. Sostenemos que hay independencia de poderes, pero queremos que el embajador lo aclare.

–¿En qué parámetros económicos y en qué metodología estadística se basa Carrió para decir que este año habrá 40 por ciento de inflación?

–Nos basamos en el 26 por ciento de inflación real del año pasado. Y vamos a empezar a tener un índice propio, para decirle a la población cuál es la inflación real.