“Las clases comenzarán sin inconvenientes en la gran mayoría de las provincias”, dijo ayer, optimista, la secretaria general de Ctera, Stella Maldonado. La afirmación no parecía posible hasta el viernes pasado, cuando finalmente se destrabó la paritaria nacional docente de la que participaron, por primera vez, el Gobierno, las provincias y los gremios docentes. Una vez firmada el acta que garantiza un salario inicial de 1290 pesos para todos los maestros del país, comenzó la discusión en el resto de las 24 jurisdicciones. Las más grandes, como Buenos Aires y Capital Federal, ya lograron un acuerdo, mientras en la mayoría continúan las negociaciones. Las situaciones más complicadas se registran en Corrientes, Tierra del Fuego, San Juan y Río Negro, aunque sólo en la última se declaró una medida de fuerza. Hoy se reunirá el congreso de Ctera para analizar el acuerdo alcanzado a nivel nacional y, aunque algunos sectores realizaron una marcha para repudiar el convenio (ver aparte), la conducción del sindicato estimó que va a ser aprobado sin problemas.

Corriendo contra reloj, los gobiernos provinciales negocian con los docentes cómo implementar lo que en líneas generales se determinó en la paritaria nacional: 24 por ciento de aumento del salario inicial y la incorporación de sumas no remunerativas al salario básico. “Avanzamos mucho esta semana y para mañana (por hoy) casi todos habrán acordado”, dijo Maldonado en un encuentro con la prensa organizado por el gremio.

Desde Ctera aseguraron que “se lograron avances muy importantes, aunque hay metas que no están cumplidas”. Un salario básico unificado en todo el país, el pago del incentivo docente atrasado y sentarse a discutir con más tiempo fueron algunos de los “déficit” que quedaron pendientes, mientras se destacó la creación de comisiones para establecer cambios en la carrera docente, la titularización de los cargos, además del compromiso de otorgar formación gratuita las dos semanas previas al inicio de las clases.

Recién esta semana los ministros provinciales pudieron sentarse a conversar con los gremios cada situación particular. Donde hay más complicaciones para conseguir un acuerdo es en Río Negro. Según Ctera allí “existe un panorama complejo”: los docentes tienen un básico de 319 pesos, uno de los más bajos del país. En este contexto, la oferta del gobierno local estaba muy lejos de los reclamos de los maestros. Previendo los problemas presupuestarios del distrito, los gremios habían pedido en la paritaria que se incorpore al Fondo de Compensación Salarial, por el cual –tras el nuevo acuerdo– el Ejecutivo les gira a once provincias 250 pesos por maestro. Pese a que no se consideró el reclamo, no se descarta que la provincia reciba un auxilio económico de la Nación.

Maldonado criticó al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, que había propuesto pagar 400 pesos del sueldo docente con tickets de comida. Los maestros de la provincia ya recibían 200 pesos por esa vía, pero para alcanzar el inicial de 1290 les propuso duplicar la suma. Otra provincia con inconvenientes para afrontar los aumentos es Tierra del Fuego, aunque, según Ctera, tiene “otro orden de problemas”. Su actual gobernadora, Fabiana Ríos, recibió una ayuda económica de 50 millones de pesos para enfrentar el déficit presupuestario heredado, que incluso no le permitía pagar salarios atrasados. En Tucumán, a su vez, los docentes reclaman una propuesta del gobierno que contemple el “blanqueo de las sumas en negro”.

Las negociaciones continuaban ayer en Santa Fe, La Pampa, Santa Cruz, Jujuy y Mendoza, entre otros distritos, donde se anunciaron algunas propuestas oficiales y hubo principios de acuerdo entre dirigentes y autoridades. En tanto, las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Salta, así como la ciudad de Buenos Aires, ratificaron el normal inicio de las clases tras cerrar acuerdos en paritarias.

Informe: Sebastián Abrevaya.