Lunes, 12 de mayo de 2008 | Hoy
EL PAíS › LAS CORPORACIONES DEL CAMPO SE REúNEN CON SCIOLI Y SCHIARETTI
La dirigencia agropecuaria busca ganarse el apoyo de gobernadores del oficialismo y la oposición. Los reclamos son cada vez más de tinte político y menos por reivindicaciones sectoriales. Buzzi repitió que el lockout seguiría más allá del jueves.
“Si el Gobierno sigue con el autoritarismo, el jueves vamos a proponer la continuidad del paro (lockout) agropecuario”, insistió ayer Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, al profundizar la línea que había marcado el día anterior desde Gualeguaychú. “Nosotros seguimos apostando a la democracia”, agregó, como si hiciera falta la aclaración tras el anticipo de la probable extensión de la medida de fuerza. Las cuatro entidades ruralistas que encabezan la protesta esperan abrir hoy una grieta en el frente oficialista cuando se reúnan con los gobernadores Daniel Scioli y Juan Schiaretti. Su estrategia es sumar la mayor cantidad de apoyos políticos posibles, a fin de ganar fuerza para torcerle el brazo al Poder Ejecutivo. A esta altura ya no se discute por las retenciones móviles, sino sobre el modelo de gestión política.
“Todos los argentinos estamos con dudas de cómo sigue esto y hasta dónde aguanta el país esta situación”, dijo el vicepresidente segundo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Ricardo Buryaile. “Si tuviera que opinar como productor, no me siento más a negociar. El Gobierno sabe lo que necesitamos y someternos a un desgaste de sentarnos cuando ya se sabe en qué punto estamos no tiene sentido”, descartó.
Ese es el tono que fueron tomando las declaraciones de la dirigencia agropecuaria durante el fin de semana. El sábado, en Gualeguaychú, tanto Buzzi como Alfredo De Angeli hicieron menciones a supuestos problemas de gobernabilidad. Su compañero Pablo Orsolini, vicepresidente primero de FAA, hizo su aporte: “El Gobierno se está equivocando con el tema del desgaste; ellos se están desgastando más que los productores”. Pero agregó que las cuatro entidades no buscan “medir fuerzas con el Gobierno”.
“No estamos enfrentados por una cuestión de política partidaria, queremos que le vaya bien a la presidenta (Cristina Fernández) y que le vaya bien al país”, manifestó. Sin embargo, siguió con un razonamiento que parece propio de una pulseada: “Los tozudos son ellos. Creen tener la razón y la quieren imponer a través de la fuerza”, dijo, como si el lockout y las amenazas de declararlo otra vez por tiempo indeterminado no fueran acciones de fuerza.
Ayer hubo distintos episodios donde las partes mostraron inclinación a endurecer el conflicto. El dirigente empresario Rubén Manusovich, presidente de Fedecámaras y kirchnerista declarado, se trasladó hasta el corte de la ruta 14, en Gualeguaychú, para reclamar a los ruralistas que liberaran el tránsito. Llegó antes del mediodía al kilómetro 53 y se cruzó con algunos de los manifestantes que interpretaron su presencia como “una provocación”. Manusovich presentó el 1º de abril una denuncia penal contra las entidades del agro por el desabastecimiento que causó el lockout de 21 días. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se sumó como querellante en la causa. “Estas son movilizaciones de provocadores. Acá hay intereses en juego. Todos los (vehículos) que pasaron por acá son último modelo”, arremetió Manusovich, mientras un productor que amenazaba con tomarlo a golpes tuvo que ser retirado por otros manifestantes.
El presidente de la Federación Agraria de Gualeguaychú, Juan Ferrari, aseguró que el Gobierno envió a Manusovich “para provocar”. “Se fueron cuando se empezaban a producir empujones, la gente los tenía rodeados y nosotros le habíamos avisado a Gendarmería y a la policía que nos estaban provocando, y que las cosas se nos podían ir de las manos.” Tras ese hecho, el corte de la ruta se intensificó. Recién fue levantado a las ocho de la noche, luego de un cacerolazo.
El segundo hecho que generó tensión durante el día fue el cruce de versiones sobre un supuesto cacerolazo y marcha a Plaza de Mayo que iba a realizarse anoche por parte de adherentes a los ruralistas, mientras que distintas organizaciones sociales identificadas con el Gobierno supuestamente irían a enfrentarlos. Todo quedó en la nada, pero fue reflejo del clima de tensión política.
Entre tanto, los presidentes de las cuatro entidades se mostraron satisfechos por haber conseguido que los gobernadores de Buenos Aires y Córdoba los reciban hoy para escuchar sus planteos. Para el jueves ya está confirmado otro encuentro con el mandatario de Santa Fe, Hermes Binner, mientras que otros gobernadores señalaron que tienen en sus planes encontrarse con las cúpulas de Sociedad Rural. CRA, FAA y Coninagro. Se trata de los oficialistas Jorge Capitanich (Chaco), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Oscar Jorge (La Pampa) y del radical Arturo Colombi (Corrientes).
Durante un acto en Santa Fe, Buzzi puso en primer plano esta situación. “El Gobierno ha encontrado una complicación adicional, porque además del reclamo del sector agropecuario, ya son cada vez más los dirigentes políticos de su propio partido que deciden estar con la gente, en lugar de seguir con la obsecuencia silenciosa”, arengó. Para Scioli el escenario no es fácil. Recibe una fuerte presión de los ruralistas, con quienes tiene una larga relación, pero no quiere aparecer discrepando con la Casa Rosada. Pedro Apaolaza, presidente de Carbap, entidad líder dentro de CRA, declaró que se buscará conversar “de la mejor manera posible” con el gobernador para convencerlo de la necesidad de retirar las retenciones móviles.
“Cada vez son más intendentes, legisladores y gobernadores, que sin importar de qué pertenencia política vengan, empiezan a decidir que son parte de un país federal, que no van a ser parte de la obsecuencia y la declinación a la chequera en la Casa Rosada”, continuó Buzzi en plan de mostrar un quiebre en la dirigencia política respecto del Gobierno.
En ese acto en Santa Fe, el presidente de FAA reiteró que se viene una manifestación que ensanchará todavía más las diferencias. “Es muy posible que el 25 de mayo todos estos sectores vayamos a confluir en un gran acto en el Monumento a la Bandera, de Rosario”, reiteró. Elisa Carrió ya dijo que ella se hará presente. “No estamos cortando rutas, no hemos producido desabastecimiento y la ebullición de la gente de los pueblos es creciente y no se puede gestionar con soberbia de espaldas al interior, nosotros seguimos apostando a la democracia”, concluyó Buzzi.
El vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, llamó a la “reflexión” al sector agropecuario para “retomar el diálogo” y trabajar sin “condicionamientos temporal ni de temas”, mientras los ruralistas llevaron adelante su cuarto día de protestas. Cobos destacó que su deseo es “volver a sentarse y tomarse todo el tiempo que sea necesario para resolver todos los temas”, expresó en declaraciones radiales. Por su parte, el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, afirmó que se puede trabajar “con diálogo, imaginación y sensatez” para resolver el conflicto con el sector agropecuario, al tiempo que advirtió una “radicalización” de la protesta sesgada por una “oposición sistemática al Gobierno”. En la misma línea se manifestó el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien dijo que el lockout “perjudica a la economía del país” y, por lo tanto, abogó para que “prime la razonabilidad, se recupere el diálogo y se vislumbre una solución” en el conflicto.
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