La consultora Ibarómetro determinó que luego del discurso pronunciado durante el acto del Partido Justicialista por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y de la respuesta de las entidades del campo de continuar con el lockout hasta el miércoles, la tendencia de apoyo al sector agropecuario comenzó a desgastarse en las poblaciones urbanas y rurales. El 80 por ciento de los encuestados consideró que el conflicto estaría perjudicando “a todos los argentinos” y no sólo a un sector. Los datos relevados por la consultora también indican que hubo una baja en las zonas metropolitanas respecto de las percepciones positivas del conflicto, mientras que el 20,3 por ciento de los encuestados cree que el lockout es una forma de mantener “privilegios” por parte de los productores.

La radicalización del conflicto y el aparente intento de volcarlo sobre andariveles más políticos estaría generando un proceso inverso al deseado por dirigentes de las entidades: señales de abandono por parte de la opinión pública sobre los reclamos del campo. Esta es la principal conclusión a la que llegó un estudio de Ibarómetro sobre una base de 1300 casos (1000 en el área metropolitana de Buenos Aires y 300 en zonas agropecuarias). El 22,3 por ciento de los consultados en las zonas urbanas cree que el sector más beneficiado por el actual modelo económico son los grandes productores agropecuarios y ubican a los pequeños y medianos como los menos beneficiados.

“Observando la evolución en el tiempo de las opiniones en la zona metropolitana, podemos constatar una tendencia en baja respecto de las percepciones positivas del conflicto”, aseguró Ibarómetro. Durante la tercera semana de marzo, el 39,1 por ciento de los encuestados creía que el lockout era una “demanda justa”, mientras que durante la segunda semana de mayo esa creencia cayó al 38,8 por ciento. En la segunda semana de marzo, el 16,1 por ciento de los encuestados consideraba que el conflicto respondía a una “forma de mantener sus privilegios”, porcentaje que ascendió al 20,3 durante la segunda semana de este mes.

El 32,7 por ciento de los entrevistados consideró que el llamado al diálogo fortalece más al Gobierno, frente a un 27 por ciento que estimó que lo debilita.