A las cinco de la tarde, hora prevista para el inicio del discurso presidencial, militantes de Barrios de Pie de Zona Norte se instalaron con bombos y banderas frente a la residencia de Olivos. A diferencia del lunes, cuando los vecinos se reunieron a expresar su solidaridad con los empresarios del agro, ayer los alrededores de la quinta fueron vallados y custodiados por un amplio operativo policial. A las 19.30 un grupo de cuarenta personas, mayoría masculina, de saco, corbata, sobretodo y actitud intrigante, caminaron por Maipú y frenaron a cincuenta metros de los manifestantes, que al verlos entonaron: “Qué boludos, qué boludos, las ollitas, se las meten en el culo”. Cuando distinguieron la silueta breve y maciza de Jorge “Acero” Cali, el campeón mundial de kick boxing que el sábado apareció junto a Guillermo Moreno en Plaza de Mayo, comprendieron que no eran caceroleros. “Soy independiente, nunca milité políticamente, pero me detonó ver cómo tiraban la leche. Me crié en Fuerte Apache y en mi casa me enseñaron que la leche no se tira”, explicó Cali a PáginaI12. “Represento al país en el mundo desde 1994, por lo que conocí a Carlos Menem y también conozco a Kirchner, a Cristina y a De Vido. Pero me escracharon como culata y no soy culata de nadie, soy deportista y empresario. Apoyo a la democracia, no a Moreno. Y no me opongo al reclamo, me opongo a que para reclamar le caguen la vida al resto del país”, agregó. Mientras la JP Evita y Jóvenes de Pie cantaban: “Hay que parar, hay que parar, a los gorilas de la Sociedad Rural”, diez personas rogaban “al señor” con los ojos cerrados: “Bendice esta quinta. Bendice al país”.