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Desde Neuquén

“Fue el ex gobernador Jorge Sobisch, ese 4 de abril (del 2007), el que mandó a reprimir a mis compañeros en la ruta 22 y el que mandó a Darío Poblete a fusilar, como hizo con mi Carlos.” Sandra Rodríguez, la viuda del maestro asesinado, habla como un torrente: “Sólo tomando en cuenta esa situación, una siente satisfacción de que haya habido un primer paso de justicia con esta condena a quien fusiló públicamente a mi compañero –le dice a PáginaI12–. Y eso nos alienta a todos los trabajadores, a toda la gente que puso el cuerpo en esta lucha”, en la que Sandra incluye y nombra a sus hijas, Camila y Ariadna, a su abogado, a los integrantes de la Comisión Carlos Presente.

–Durante el último año, usted reclamó muchas veces que se debía terminar con la impunidad. ¿Cree que ahora se avanzó en ese sentido?

–Por supuesto que sí. Esto ha sido histórico, porque el fusilamiento de Carlos fue histórico. Y también es histórico que se haya condenado a prisión perpetua acá en Neuquén, donde se cometió uno de los horrores más terribles de los últimos tiempos. Sabemos que hubo otros asesinatos, como los de Kosteki y Santillán, que fueron horrorosos, y tantos otros a lo largo del país. Pero hoy es por Carlos, y también por todos aquellos que murieron brutalmente en tantas represiones que sufrió y sufre nuestro pueblo.

–¿Qué le dejó la lucha con que recorrió casi todo el país, explicando por qué había que comprometerse con la causa del asesinato de Carlos?

–Cuando uno tiene una pérdida muy grande como ésta, con todos los valores de una persona como Carlos, uno sale a pelear con lo máximo de lo máximo. Por él y por la educación pública que él defendió, y por no bajar nunca las banderas en las que uno cree. Ahí está el escarmiento que se quiso dar ese día en la ruta, reprimiendo como reprimieron. Hoy, 15 meses después, los docentes dimos la mejor clase pública que es luchar para que se haga justicia, condenando a Poblete a prisión perpetua.

–¿Qué sigue ahora?

–Tenemos que ir por más. Por más justicia. Y la justicia completa, que será cuando Carlos realmente podrá descansar en paz. La vamos a tener cuando todos los autores ideológicos y políticos de este verdadero fusilamiento público estén condenados. Fue el ex gobernador Jorge Sobisch, ese 4 de abril, el que mandó a reprimir a mis compañeros en la ruta 22 y el que mandó a Darío Poblete a fusilar, como hizo con mi Carlos. Poblete fue el autor material, pero existe el autor oculto, que fue el ex gobernador Sobisch. No se perdona, no lo perdonamos.

–¿Cómo cree que continuará la llamada causa “Fuentealba dos”, donde se investiga la responsabilidad política?

–Después de lo que pasó hoy (por ayer) en la Justicia neuquina, hay que decir que las cosas sí pueden ir cambiando en la sociedad. Lo primero es no construir una impunidad desde nosotros. Ni olvidar, como muchas veces nos quieren obligar. Tampoco tapar con otras noticias la vida o la muerte de una persona. Todo lo contrario, debemos pelear por los valores y la dignidad de las personas. Y, en eso, los maestros podemos llevar adelante la lucha... Tenemos en nuestras manos que ningún otro Poblete llegue a esta instancia, que nunca más se fusile a un trabajador. En ese sentido, en la causa “Fuentealba dos” tenemos que pelear todos juntos, a pesar de nuestras diferencias.

–¿Cómo vivieron sus hijas este proceso?

–Camila estuvo adentro de la sala, llorando mucho conmigo. Sé que ha recordado mucho a su papá. El papá de todos los días, el papá cariñoso que siempre tuvo, el que le dio de comer cuando era chiquita y le cambió los pañales. Sé que hoy y siempre recordó a ese papá, pero ella también sabe que, como ha tenido mucho padre, ahora está teniendo mucha mamá. Una mamá que se va a reponer de todo esto.