La ministra de Defensa, Nilda Garré, reconoció ayer decenas de e-mails suyos que le habrían interceptado los espías informáticos. Lo hizo ante la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, que la había citado como una de las presuntas víctimas del hackeo. Entre los correos que pudo identificar –según contaron a PáginaI12 allegados a la causa– había proyectos de decreto de aumento salarial para los militares, información sobre planes de modificación a la legislación militar, cuestiones sobre denuncias de violaciones a los derechos humanos en el ámbito de las Fuerzas Armadas, y hasta el estudio de la eliminación de la homosexualidad como motivo de expulsión de las fuerzas. En otro grupo también vio varios mails personales. En el marco de esta misma causa, está bajo investigación el ex jefe de Inteligencia del Ejército Osvaldo Montero, expulsado en noviembre del año pasado por Garré, quien lo responsabilizó de un intento de conspiración en su contra. Montero habría contado con la colaboración de los agentes Iván Velázquez y Pablo Carpintero. Otro ministro hackeado que aún debe dar testimonio es el canciller Jorge Taiana. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ya reconoció e-mails suyos. De la farándula, hoy declara Susana Giménez.