Antes de irse de la Argentina, Hugo Chávez confirmó que la semana pasada Venezuela hizo una nueva compra de bonos Boden 2015 argentinos por mil millones de dólares. Fue el anuncio más resonante de la estadía relámpago, que duró menos de 24 horas y tuvo todo el vértigo que caracteriza al bolivariano. El lunes, tras la reunión trilateral con Lula y Cristina Fernández en el Palacio San Martín, Chávez fue invitado a cenar a la quinta de Olivos. Allí conversó hasta pasada la medianoche con la Presidenta y su esposo, el primer caballero Néstor Kirchner. La agenda del bolivariano siguió hoy a la mañana y otra vez en la Cancillería. Allí compartió con el canciller Jorge Taiana un seminario sobre la integración económica con la Argentina. El auditorio del salón Libertador fueron más de doscientos empresarios interesados en invertir y hacer negocios con Venezuela. Chávez escuchó ofertas de todo tipo, desde la obvia oferta de maquinaria agrícola hasta planes para desarrollar energía eólica. Cuando llegó el turno de hablar, hizo dos anuncios. Dijo que en la cena del lunes con la Presidenta habían acordado crear un “fondo de inversiones binacional” que podría concretarse “antes de fin de año”. También informó que Venezuela vendería asfalto a la Argentina para mejorar caminos y calles de tierra. “Tenemos que construir un pacto eterno entre nuestros dos países. Venezuela y la Argentina son el binomio de oro”, arengó el venezolano.