El anuncio oficial del pago de la deuda con el Club de París cambió el foco de interés de las jornadas monetarias del Banco Central. Luego de conocerse la noticia, el salón Posadas del hotel Hyaztt (donde se llevaba a cabo el evento) se convirtió en una caja de resonancia de lo que la presidenta Cristina Fernández había anunciado en cadena. Mientras los mercados zigzagueaban al compás de los rumores o la llegada de mayores precisiones sobre el tema, los principales analistas, banqueros centrales y funcionarios debatían sobre el incremento en los precios internacionales y el mal desempeño de las regulaciones estadounidenses.

“Esto no estaba en el programa”, bromeó el ex presidente del BCRA Mario Blejer. El economista detalló en su disertación que los bancos centrales después de los ’90 en países emergentes comenzaron con las ‘buenas prácticas’, con normas, reglas y regulaciones”. “Pero la crisis es una consecuencia de los malos controles de las potencias”, dijo Blejer. Según argumentó, el Fondo Monetario y las agencias calificadoras de riesgo siguen las crisis “desde atrás”, y en esta última “actuaron como simples espectadoras, y de mala calidad”.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo del área de países emergentes de la Reserva Federal de Nueva York, Terrence Checki, afirmó que esta categoría de naciones ha logrado “mejoras en la política macroeconómica y reducción de la vulnerabilidad”. Este contexto plantea, “a su vez, nuevos desafíos y progreso complementario en el lado micro. El economista de la FED reconoció, entonces, que la “inflación, en la mayoría de estos países, está muy por encima de la meta”. En ese diagnóstico coincidió Blejer, quien aseguró que en la Argentina se vive un proceso de “histeria inflacionaria” –las perspectivas son mayores a la inflación real–, a lo que el titular del Cedes, Roberto Frenkel, interrumpió: “¿Y cuál es la inflación real?”.

Checki reconoció que a “América latina le ha llevado mucho tiempo estabilizar la inflación, y ese logro ahora se ve amenazado”. En tanto, Ricardo Ffrench-Davis, profesor de la Universidad de Chile y ex asesor de la Cepal, observó que América latina siempre tuvo “fuertes altibajos” de ciclos combinados de crecimiento y crisis; algo que el propio titular del Central, Martín Redrado, reconoció durante el cierre.

Con el paso de las horas, las declaraciones más jugosas se mudaron a los pasillos. Luego de cada una de sus presentaciones, los expositores eran interpelados por su opinión sobre el anuncio del pago de la deuda al Club de París. Los principales directivos del sistema bancario eran constantemente interrumpidos en sus celulares para hacerles conocer cómo reaccionaba el mercado.

El impulso del anuncio sobre la Bolsa local fue empañado sobre el cierre por la caída de los papeles vinculados a la industria petrolera, tras el desplome del crudo en los mercados internacionales. El resultado del comportamiento de las empresas de mayor gravitación en la ponderación del índice Merval fue una baja del 1,2 por ciento. Entre los bonos de la deuda sobresalieron los signos positivos, aunque en la última parte de la rueda se desaceleró la tendencia. El bono más operado, el Descuento, remontó 1,1 por ciento y el cupón del PBI obtuvo una ganancia de 1,9 por ciento.

Los analistas de la city reconocieron que la primera reacción fue hacia una recompra de posiciones de deuda, pero admitieron que los volúmenes fueron prudentes y que cualquier orden que llegaba al mercado alimentaba la tendencia alcista. Las acciones reunieron operaciones por 51,9 millones de pesos y le bonos sumaron 699,4 millones.

El mercado cambiario cerró sin sobresaltos por el feriado en los Estados Unidos. El dólar al público se mantuvo estabilizado en 3,05 pesos. Las reservas del Central se ubicaron ayer en 47.086 millones de dólares.