EL PAíS › UNA POLíTICA QUE SE APLICA EN BRASIL, BOLIVIA Y ECUADOR

Pagarán lo mismo que cobran

Las situaciones similares abundan, las reacciones no escasean. La decisión del Gobierno de exigir requisitos especiales a los ciudadanos de aquellos países donde los argentinos requieran visas para entrar presenta, con matices, antecedentes en la región. Bolivia, Ecuador y Brasil apelaron en los últimos años al principio de reciprocidad para devolver con la misma moneda los requerimientos exigidos a sus ciudadanos.

El último día del 2006 el presidente de Bolivia, Evo Morales, aprobó un decreto que prohíbe la entrada libre de ciudadanos estadounidenses al país andino. Su decisión, explicó, respondía a que ningún ciudadano de su país puede entrar sin visado a Estados Unidos. “Bolivia, por más que sea un país pequeño, tiene dignidad, por lo que comparto plenamente que se suba del grupo uno al grupo tres de la visa para ciudadanos de Estados Unidos en el marco de la reciprocidad”, dijo entonces Morales, durante una reunión convocada el 1º de enero a las 24 horas y transmitida por televisión.

Según la clasificación de visados boliviana, en la lista uno están los países que no requieren visado de ingreso, en la dos están las naciones que no requieren de consulta para obtener el visado y en la tres aquellas que sí la precisan. Apelando al mismo principio, en ese entonces La Paz decidió transferir a Croacia de la lista dos a la uno, ya que no exige visado a los ciudadanos bolivianos.

En junio pasado la reciprocidad boliviana llegó a Europa. Tras considerar que la aprobación de la llamada Directiva Retorno por parte de la Unión Europea era una “vergüenza”, Morales amenazó al Viejo Continente con exigir visado a los ciudadanos de los países miembros si la dirigencia regional endurecía las leyes de inmigración.

Pero el caso boliviano no es el único. Desde el 23 de octubre de 2005 Brasil exige visa a los ciudadanos mexicanos que ingresan en el país. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva decidió tomar la medida como respuesta a una decisión del entonces presidente del país azteca, Vicente Fox. “El gobierno brasileño está obligado a responder en reciprocidad, estableciendo la misma exigencia de visados de turistas y de negocios en los pasaportes comunes mexicanos”, expresó en ese momento la cancillería basileña en un comunicado. Una medida similar tomó por esos días el gobierno de Ecuador.

Los dos gobiernos respondieron así al de México, que el 12 de octubre decidió exigir visas a los brasileños, ecuatorianos y sudafricanos. “Ha crecido mucho el número de brasileños que no cumple con el requisito de turista y ha habido mucho rechazo, gente a la que no se le permite el ingreso”, había justificado una fuente anónima de la Secretaría de Gobernación citada por la agencia Reuters. Sin embargo, distintas versiones sostuvieron entonces que la decisión respondía a la presión ejercida por el gobierno de Washington sobre el de Fox, con el argumento de que México era utilizado por los inmigrantes como el puerto de entrada a los Estados Unidos.

Por motivos similares, en marzo de este año la administración de Lula protagonizó un conflicto bilateral con España. Brasil respondió con la deportación de decenas de ciudadanos de ese país a los malos tratos que muchos de sus connacionales reciben al querer ingresar en Madrid. Durante febrero, 452 brasileños fueron detenidos en el aeropuerto de la capital española y deportados sin motivo. Unos tres mil habían corrido la misma suerte en 2007.

Compartir: 

Twitter

SUBNOTAS
  • Pagarán lo mismo que cobran
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.