Los rumores de que las Afjp serían reemplazadas por el Estado pegaron fuerte entre los inversores, que ven en esa decisión la de-saparición de un jugador clave del sistema bursátil. Las administradoras apuestan fuerte y a diario con plata de los aportantes en bonos acciones. Es por ello que los operadores se anticiparon deshaciéndose de títulos que estas entidades puedan tener en cartera y de la acciones de los bancos que están detrás de éstos. Bajo ese escenario, los papeles de deuda pública cayeron hasta más de 10 por ciento, mientras que el índice Merval retrocedió 3,3 por ciento, a pesar del excelente desempeño de las empresas ligadas a la evolución del petróleo. El dólar quedó resguardado, cerrando un centavo arriba, a 3,24 pesos.

“Nos quedamos sin mercado de capitales”, dijo a PáginaI12 el responsable de una conocida compañía de inversiones, al término de la rueda, sin precisar que nunca hubo uno en Buenos Aires. Las administradoras ocuparon un rol central en la bolsa, invirtiendo despreocupadas los fondos de futuros jubilados en cualquier tipo de activos financieros. Las carteras hoy están integradas casi en un 70 por ciento por bonos y acciones. Es por eso que la crisis se llevó en lo que va de este año, en promedio, casi 40 por ciento de la capitalización de los aportes. Actualmente quedan diez firmas previsionales en el mercado, desde las 25 con que inició el sistema en 1994.

Desde el Gobierno sostienen que la iniciativa busca evitar que la crisis termine por licuar los aportes privados y que con el paso del tiempo el Estado se deba hacer cargo de esas jubilaciones. La idea es que el Estado pase a hacerse cargo de los activos actualmente en poder de las administradoras. El patrimonio de las Afjp a fin del mes pasado alcanza a 28.700 millones de dólares, sobre un universo de 9,5 millones de afiliados, de los cuales sólo el 40 por ciento registra aportes regulares. Sin embargo, para los inversores es un jugada arriesgada y otro intento de “hacer caja” para el año próximo, sobre todo luego de que se diera oportunidad a los aportantes de decidir entre el sistema privado y el de reparto.

Aunque todavía no se conoce cómo va a instrumentarse el cambio, la bolsa se encargó de depurar todos los activos que considera pueden perder rentabilidad. El bono Descuento en pesos cayó 10 por ciento; el Boden 2012 cedió 2,5; el Bogar 18 perdió 4,6 y el PRE 9 retrocedió 4 por ciento. Las acciones bancarias llevaron al panel Merval a la baja, que cerró en 1175,9 puntos, y opacó el avance de Petrobras y Tenaris, que ganaron 10 y 5 por ciento, respectivamente. La baja de estos papeles se explica en que las Afjp están manejadas en buena medida por bancos y compañías de seguros. El BBVA Banco Francés, el británico HSBC, la aseguradora MetLife Inc. y el grupo financiero holandés ING controlan casi el 60 por ciento del mercado. Las casas matrices de esos bancos debieron ser rescatadas por sus respectivos gobiernos para evitar su quiebra en los últimos meses.

El dólar operó sin sobresaltos. A pesar de que la demanda siguió calma, la divisa volvió a reacomodarse arriba en todas las franjas. El Banco Central intervino para equilibrar el mercado y las reservas se ubicaron en 46.880 millones de dólares. En el segmento mayorista, el billete verde cerró en 3,225 pesos, contra los 3,212 que se pagaron el viernes último. El volumen total operado en ese mercado fue de 694 millones de dólares.