EL PAíS
El modelo brasileño
–Desde que Lula triunfó en Brasil todos buscan una similitud en la Argentina. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian el PT con el ARI?
–Son enormes las diferencias del proceso brasileño y el argentino. El PT se origina en una sociedad industrial, con una clase obrera muy importante, con intelectuales progresistas y en cantidad, con comunidades eclesiales de base y, la gran virtud, es que Lula armó una gran organización política poderosa a lo largo del tiempo. Nosotros no tenemos industrias, obreros, no existen los sectores intelectuales con la magnitud, la calidad y el compromiso que existe en Brasil, de modo tal que extrapolar los procesos es desconocer la historia. En segundo lugar, Brasil tuvo procesos de rupturas pactadas, incluso se descolonizó pactando. Tiene un desarrollo de continuidad institucional y esto es un proceso de relegitimación de la política en normalidad institucional. Nosotros estamos en un momento de colapso político, institucional y económico con fuerzas tradicionales fragmentadas y con nacimientos de fuerzas nuevas que no tienen la fortaleza de partidos con 25 años de antigüedad.
–Entonces necesitamos esperar 25 años.
–No, no se puede esperar como dicen algunos análisis. En la Argentina los grandes partidos fueron muy débiles dos semanas antes de los comicios. Así era el justicialismo antes del ‘45, como el radicalismo y como puede suceder ahora. La Argentina rompe y construye, y en general los movimientos políticos se construyen a partir del acceso al poder.