EL PAíS › OPINION
Compromiso de todos
Por Héctor Costanzo *
La grave situación por la cual atraviesa la Argentina hace que el debate en términos ideológicos sea una prioridad. Mientras que el país se deshace en pujas intestinas la ciudad imagina todo tipo de políticas para no derrumbarse. El proceso que hoy vive el país ya había sido graficado correctamente por la campaña de la Unión Cívica Radical de 1983: “El zorro libre, en el gallinero libre para que se devore a las gallinas libres”. Seis años después el ex presidente Menem abrió el corral para todos los zorros hambrientos y nadie lo ha podido cerrar. Los mercados, cuando no tienen controles ni políticas que los contengan, acostumbran a condenar a la miseria y al oprobio a millones de habitantes. Algunas empresas productivas abandonadas por sus dueños fueron empujadas a la quiebra o a la convocatoria de acreedores, y tuvieron posteriores formaciones de cooperativas por y a cargo de los trabajadores. Estos casos fueron tratados en la Legislatura bajo la figura de Declaración de Utilidad Pública, y ubican un foco dialéctico interesante que puede ser el punto de partida.
Desempleo, hambre, inequidad, presión financiera internacional, ausencia de crédito. En este contexto, la Declaración de Utilidad Pública se presenta, en algunos justificados casos, como la última herramienta para mantener las fuentes de trabajo calificado. Cuando la especulación atenta contra la utilidad social del capital, allí debe intervenir el Estado para corregir ese desvío. Pero esto no es de ninguna manera un planteo de socialización de los medios de producción. Tampoco se sostiene la estatización de las empresas como salida de emergencia. Pero las opciones para los casos mencionados discurrían entre una empresa productiva en marcha, un negocio inmobiliario potencial o el abandono total de la propiedad para su posterior remate. Ante esto se antepuso la continuidad de las fuentes de trabajo, a un inminente futuro de beneficiarios de Planes de Jefes y Jefas de Hogar o de seguro de desempleo con nombre y apellido anticipado. Se trata, en definitiva, de elegir entre la continuidad de un país apegado a las reglas del “sálvese quien pueda” o reconstituir los lazos históricos que nos vuelvan a vincular a todos con la resolución de los problemas sociales. De elegir la segunda opción, el zorro libre y poderoso no podrá devorarse a las gallinas libres y débiles que habitan este gallinero en que se ha convertido la Argentina
* Diputado radical de la ciudad.