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En el último año, renunciar se puso de moda en la política de Santiago del Estero. La primera dimisión fue la del entonces intendente capitalino y actual senador radical, José Zavalía, quien se fue jaqueado por una serie de denuncias en su contra por malos manejos administrativos. En diciembre del 2001, el diputado Carlos Díaz fue elegido gobernador por una asamblea legislativa, tras la renuncia del cinco veces gobernador, Carlos Juárez. El veterano caudillo asumió una banca en el Senado, pero renunció al poco tiempo por razones de salud. Y hace un mes fue el turno del intendente de La Banda, Francisco García Piazza, quien debió renunciar al no poder pagar los sueldos de los obreros municipales que le iniciaron un paro.