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Mauricio Macri y su primo Jorge Macri festejaron ayer los cinco años del PRO bonaerense con un almuerzo en la sede de los trabajadores plásticos en Esteban Echeverría. No fue de la partida el dirigente Francisco de Narváez, quien compartió un asado con sus seguidores en Florencio Varela.

En el acto, el jefe de Gobierno porteño llamó a sus seguidores a recorrer la provincia “para que el triunfo que conseguimos el 28 de junio sea mucho más contundente en las elecciones de 2011”. Repitió que “el ciclo del kirchnerismo se acabó” y sostuvo que los opositores van a “acompañar con conciencia democrática esta etapa de transición”.

Jorge Macri, que se consolida como referente de PRO bonaerense, aseguró que la provincia será la base para la candidatura a presidente de su primo. “PRO es uno de los grandes responsables de que el jueves de la semana pasada hayamos asistido al principio del fin de una política que no escucha a la gente”, sostuvo el dirigente bonaerense. En un acto plagado de remeras amarillas que decían de un lado “no nos van a parar” y del otro “Argentina 2011”, los macristas no se privaron de apelar al ya clásico Powerpoint. Acompañaron a Macri los diputados Gladys González y Jorge Triaca, además del presidente del PRO, José Torello.

En tanto, De Narváez pegó el faltazo por “problemas de agenda”. En PRO aseguraron que la relación con el empresario sigue sólida. Ayer mismo tenía un asado en Florencio Varela. Entre achura y achura, ahí reafirmó su rol de postulante a gobernador bonaerense. Cuestionó a Daniel Scioli por la reforma política que se aprobó en la Legislatura bonaerense: “Lamento que la provincia de Buenos Aires se deje arrastrar por el deseo de Néstor Kirchner –planteó el diputado-empresario–. No nos podemos dejar vencer por la inseguridad y el avance del delito y el narcotráfico.”