EL PAíS
La UCR casi le corta la liana a Maqueda para llegar a la Corte
Un cambio de posición de la bancada radical casi hace fracasar la designación de Maqueda como ministro de la Corte Suprema. A último momento el oficialismo logró acordar con los provinciales y se aprestaba a conseguir los dos tercios de votos necesarios.
Por Felipe Yapur
Un inesperado cambio de posición del bloque radical puso en vilo la intención de la administración de Eduardo Duhalde de colocar al senador y presidente provisional de la Cámara alta, Juan Carlos Maqueda, en la Corte Suprema. Si bien en teoría todo estaba acordado, ayer por la tarde surgió un fuerte cuestionamiento de un grupo de senadores radicales con lo que se pusieron en riesgo los votos necesarios para elegir al nuevo supremo. Oficialmente son bastante vagos los argumentos que esgrimió la bancada opositora. De todas formas, anoche y al cierre de esta edición, el justicialismo intentaba imponer su iniciativa al trascender que el “oportuno” retiro de algunos senadores de la UCR le permitiría conseguir los dos tercios requeridos para designar un miembro de la Corte.
La decisión del radicalismo no sólo daba por tierra la llegada de Maqueda a la Corte justo en el momento que ésta se apresta a decidir la posible redolarización de la economía local, sino que además desarmaba el acuerdo alcanzado –con marcada dificultad– para elegir el reemplazante del cordobés. Duhalde en persona había conseguido arrancarle el sí al bloque del PJ para que el siempre fiel José Luis Gioja ocupe el puesto que dejaría vacante Maqueda. El cargo del sanjuanino está destinado para el rionegrino Miguel Angel Pichetto.
El timbre convocando a sesionar comenzó a sonar a las 19.30. Estaba previsto que el primer tema fuera la aprobación del pliego del presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay y luego el de Maqueda. En ese momento el bloque radical mantenía una larga reunión donde el tema no era ni el Presupuesto 2003 y menos el paquete impositivo. Los radicales discutían exclusivamente la conveniencia de votar el pliego de Maqueda para la Corte. De los 18 legisladores que se apiñaban en el salón de conferencias había cinco que se oponían a la designación del cordobés. Maestro intentó durante más de tres horas convencer a los díscolos Mario Losada (Misiones), Eduardo Moro (Chaco), Marta Raso (Chubut), Horacio Usandizaga (Santa Fe) y Jorge Agúndez (San Luis). Los motivos de los opositores no están muy claros. Oficialmente dejaron trascender que el principal cuestionamiento se centra en la “politización” de la Corte a partir de la designación de una persona identificada con un partido. Además sostuvieron que si bien no hay cuestionamientos a la capacidad técnica de Maqueda destacaron que hay instituciones que sí lo hacen y que no pudieron expresarlas dado que el proceso que se eligió para designarlo no contó con audiencias públicas.
De todas formas hay por lo menos un par de motivos más que no se expresan a viva voz. Fuentes del bloque radical sostienen que una de ellas es la falta de garantía ante el compromiso de permitirle al radicalismo nominar un nuevo juez ante una nueva vacante en la Corte. El otro motivo, dicen, es inconfesable.
Cerca de las 22 y ante la imposibilidad de conseguir un consenso en el bloque radical como se había propuesto el jefe de la bancada opositora, Maestro se dirigió hasta el despacho de Maqueda con la mala nueva. El actual presidente provisional de la Cámara alta recibió la noticia con sorpresa, a su lado se encontraba el rionegrino Miguel Pichetto, virtual presidente del bloque oficialista. Al cierre de esta edición, el cordobés mantenía una conversación telefónica con Duhalde. Trascendió que cuando Maqueda escuchó la resolución de los radicales, le anunció a Maestro su intención pedirle al Presidente el retiro del pliego. Todo indica que la participación del propio Duhalde en la negociación consiguió destrabar el inconveniente que se traduce en el retiro de algunos senadores radicales.
A última hora, la Cámara alta aprobó el tratamiento sobre tablas del pliego de Maqueda. El PJ consiguió los dos tercios de los presentes. Ahorase requiere la misma cantidad de voluntades. Al cierre de esta edición los senadores debatían sobre el pliego de Maqueda.