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Macarena Gelman presenciará hoy el comienzo del primer juicio por el secuestro y las torturas de sus padres. El cadáver de Marcelo Gelman apareció en el fondo de un río. María Claudia García Iruretagoyena fue trasladada a Montevideo, donde dio a luz, y permanece de- saparecida.

–¿Cuáles son tus expectativas?

–Será un buen cierre para el trabajo del juez Rafecas, que entiendo fue muy bueno. Será mi primera experiencia cercana con la Justicia. Uno no imagina lo importante que es hasta que llega esta instancia.

–¿Cómo imaginás el momento de declarar?

–Tengo una gran ansiedad, y por otro lado angustia. Pero es algo que quiero hacer, que decidí hacerlo más allá de lo que pueda aportar, porque mi nacimiento es posterior. Orletti fue el comienzo de esta historia.

–¿Tenés esperanzas de que en Uruguay se anule la Ley de Caducidad o sólo será posible después de un fallo de la Corte Interamericana?

–Depende de la voluntad política. La Comisión Interamericana recomendó removerla y el Estado no cumplió. La inconstitucionalidad más esa recomendación son más que suficientes para que se anule. Sería una gran decepción que no ocurriera, está demostrado que viola la Constitución.

–¿Qué lectura hacés del plebiscito sobre la Ley de Caducidad? ¿Se votó a favor de la impunidad?

–No diría eso. Creo que el plebiscito en sí fue un error. Al plebiscito se llega por falta de voluntad política. Mi lectura como hija y afectada no tiene que ser jurídica sino humana. La responsabilidad la tienen el gobierno y el poder político.

–¿Te cambió la visión de la sociedad uruguaya?

–La decepción fue con el gobierno, no con la sociedad, más allá de la responsabilidad de emitir su voto. Faltó información. No hay que olvidar que aumentó el apoyo a la derogación respecto de 1989. Casi la mitad del país quiere que la ley se remueva y no sé si la otra mitad está informada y votó a conciencia.

–El caso de tu mamá está excluido de la Caducidad, ¿cómo está la causa?

–Se tomó algún testimonio, pero no avanzó.