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En blogcartonero.blogspot.com, imaginaron al ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, en el rol de un alumno al cual una maestra le toma examen. ¿Tema? Cuál es el costo real de calefaccionar los establecimientos educativos con caloventores eléctricos, tal como propuso el funcionario para paliar la falta de obras de infraestructura para garantizar instalaciones de gas:

–¿Si lo queremos calentar en 10 minutos, qué potencia se necesita –pregunta la docente, a lo que Bullrich contesta, correctamente, 124,5 kilowatts.

–Ahora dígame cuánta potencia se requiere para las 46 escuelas que no tienen gas.

–Ese número por 46, o sea 5725,7 kw.

–Ahá. ¿Y usted se acuerda, Estebitan, cuál era la potencia de la central termoeléctrica Manuel Belgrano que la Presidenta inauguró en Campana en marzo de 2008?

–Sí. Lo estudiamos, seño. La primera fase de la central proveía 400 mil kilovatios.

“O sea que el chistecito de su plancito de calentar 46 escuelas con caloventores, producto de la ineficacia de no haber hecho las obras de gas necesarias, representa el 1,5 por ciento de una planta termoeléctrica montada por un gobierno para aumentar la capacidad generadora bastante ajustada de un país”, concluye el blogger