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- El monitoreo de Botnia-UPM fue ordenado por el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Los jueces indicaron al Estado uruguayo que debe realizar el control junto a la Argentina.

- Los presidentes Cristina Kirchner y José Mujica acordaron a principios de junio, en la declaración de Anchorena, realizar un plan de vigilancia para la pastera. Aunque no figuraba en la sentencia de La Haya, la Argentina aceptó extender el monitoreo a todo el río, incluyendo sus fábricas.

- El monitoreo, que está siendo negociado por las Cancillerías, quedó trabado porque el Uruguay se niega a que una comisión de científicos tenga entrada irrestricta a la planta.

- Para la Cancillería argentina, no se puede controlar a Botnia sin ingresar a la planta.

- Los cancilleres no tienen en agenda volver a reunirse, aunque el diálogo no está cortado.