Hugo Chávez vetó al candidato a embajador de Estados Unidos en Venezuela. El mandatario venezolano le sugirió a Barack Obama que busque a otro posible diplomático para ocupar ese cargo. Larry Palmer dijo la semana pasada que Caracas tenía estrechos vínculos con las guerrillas colombianas y que en Venezuela no había división de poderes ni respeto a las libertades civiles.

Chávez usó su programa Aló presidente para vetar al candidato que Obama propuso el pasado 28 de junio para ocupar la embajada estadounidense en Caracas. “¿Cómo tú crees Obama que yo voy a aceptar a ese caballero aquí? Lo mejor es que tú lo retires; no insistas, te lo pido”, reclamó el mandatario venezolano a su par estadounidense. Además, agregó: “No puede venir de embajador. El mismo se inhabilitó rompiendo todas las reglas de la diplomacia. Se metió con todos nosotros. No puede venir acá”. Chávez le sugirió a Washington ir buscando otro candidato para reemplazar a Larry Palmer.

El hombre al que apunta el bolivariano respondió días atrás a un cuestionario que le envió el senador republicano Richard Lugar como parte del proceso de evaluación que realiza el Congreso de Estados Unidos para confirmar su postulación como embajador en Caracas. En sus respuestas, prometió vigilar los aspectos de la democracia que, en su opinión, están en peligro en Venezuela: la libertad de expresión, de asociación y de prensa así como el derecho a la propiedad privada. Palmer fue propuesto por Obama para reemplazar a Patrick Duddy, a quien Chávez expulsó en septiembre de 2008 en solidaridad con Evo Morales, que había echado al enviado de Washington en La Paz.

Palmer dijo ser consciente de los “claros nexos” que existen entre las guerrillas colombianas y Caracas. Además, el diplomático nacido en 1948 dijo tener información de que existen campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela, apoyando lo que denunció la admistración de Alvaro Uribe. “Chávez ha rechazado de manera explícita el principio de separación de poderes y ha ejercido aumentando el control sobre los poderes judicial y legislativo del gobierno”, dijo el martes pasado ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. “A medida que Cuba y Venezuela incrementan sus lazos militares, me preocupa que la influencia de Cuba en los militares venezolanos crecerá”, apuntó el actual presidente de la Fundación Inter-Americana. Palmer también sugirió que las fuerzas armadas venezolanas están más ligadas por la lealtad política que por el talento profesional y tienen la moral baja.

Tan pronto como Venezuela se enteró de los dichos de Palmer, el Ministerio de Relaciones Exteriores tomó cartas en el asunto. El canciller Nicolás Maduro se comunicó para expresar su repudio con Arturo Valenzuela, el secretario adjunto del Departamento de Estado norteamericano para América Latina. “Valenzuela le dijo a Nicolás, ustedes deben entender. ¿Cómo vamos a entender eso?”, disparó ayer Chávez.

Washington reconoció que comparte las mismas preocupaciones que el ex embajador en Honduras. Sin embargo, la Casa Blanca negó que estuviera interfiriendo en asuntos internos del gobierno de Venezuela, como lo acusaron desde el Palacio de Miraflores. Días atrás, el Departamento de Estado norteamericano divulgó su informe anual, en el que informó que la cooperación antiterrorista con Caracas se redujo al mínimo. También el área que maneja Hillary Clinton dijo que es incierto el nivel de apoyo que Chávez supuestamente les prestaría a los grupos guerrilleros colombianos.