EL PAíS › EL ASESINATO DE MARIE ANNE ERIZE
La culpa de Olivera
La Justicia francesa citó a declarar a testigos argentinos por la causa contra el represor Jorge Olivera, acusado de secuestrar y torturar a Marie Anne Erize Tisseau, la joven franco-argentina desaparecida en San Juan en 1976. El mayor retirado del Ejército fue el segundo militar argentino arrestado en el exterior desde que jueces europeos intervienen en causas de derechos humanos en América del Sur. El primero fue el marino Adolfo Scilingo.
Luego de una maniobra realizada por la defensa del ex militar, quien presentó una falsa constancia de defunción de Marie Anne que un tribunal de Roma tomó como válida, Olivera quedó en libertad. Ahora la causa se reaviva, tras la citación a algunas personas que afirman haber sufrido y presenciado las sesiones de tortura que el propio militar comandaba. Rogelio Roldán es uno de los testigos claves que viajará hoy a París para declarar el lunes en contra del represor.
Roldán, que actualmente es el secretario general del Partido Comunista de San Juan, fue detenido en 1976 y liberado unos meses después. “Cuando yo entré al penal de Chimbas, Olivera era teniente primero e integraba el grupo de tareas que actuaba dentro del penal. Era uno de los que más activamente participaban en la tortura, estaba siempre con un rosario. No es cierto eso que dicen, que él era un teniente joven que no tenía idea de lo que pasaba”, asegura el dirigente, quien de esta forma confirma la presencia de Olivera en la cárcel sanjuanina.
Marie Anne fue secuestrada en una bicicletería de San Juan el 15 de octubre de 1976, por un grupo de tareas del Regimiento 22 de Infantería de Montaña, cuyo jefe de inteligencia era el entonces teniente primero Jorge Olivera. La joven continúa desaparecida.