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- Contrapunto. El contrapunto de la noche lo tuvieron los candidatos Ricardo López Murphy y Javier Castrilli, pero para ver quién pedía más veces el voto. El ex árbitro desde que empezó con su primera intervención, cada vez que sonaba la campana avisando que le quedaban diez segundos, miraba a la cámara y decía: “Este domingo vótese a usted, este domingo vote a Castrilli”. Después de escucharlo dos veces López Murphy decidió emularlo y al finalizar su tiempo retrucó: “Y para no dar ventajas, este domingo vote con convicción, vote López Murphy”. Parados uno al lado del otro, el contrapunto se tensó cuando Castrilli volvió a la carga pero esta vez, antes de su slogan, le contestó al Bulldog. “Original es al que nadie puede imitar”, sentenció antes de pedir el voto nuevamente. Rápido para las respuestas, López Murphy no se hizo esperar y al finalizar volvió a la carga: “Aunque se enoje Castrilli, les digo que voten con convicción, este domingo voten López Murphy”.

- Tiempos. Los tiempos cortos fueron una pesadilla para los candidatos. Pero el que se llevó casi todas las campanitas puestas y el reto del moderador fue el líder de Proyecto Sur, Pino Solanas. Le costó acomodarse al formato de dos minutos para exponer sus proyectos y más de una vez se quejó de la imposibilidad de “explicar un tema en tan poco tiempo”. Otra que se llevó el reto del conductor del debate fue la senadora de la Coalición Cívica María Eugenia Estenssoro. Después de pasarse unos segundos del tiempo que tenía asignado más de una vez, cuando finalizó antes de la campanita el moderador le agradeció “por los segundos que nos debía”.

- Bromas. Fiel a sus modos, López Murphy se mostró rígido en sus posiciones políticas, pero campechano en algunos dichos. “Eso de hablar 1,20 minuto nos pone nerviosos, pero menos nerviosos de lo que nos pone el tránsito en la ciudad”, dijo el candidato del Partido Autonomista arrancando algunas sonrisas de sus rivales. Siguiendo con su argumentación, el Bulldog explicaba el recorrido que hacía para ir a su oficina en colectivo que “cuando dobla en Maipú sé que voy a tener una experiencia más traumática que las de los timbres que suenan por acá”, en referencia a la campanita, generando las risas en el estudio y entre los demás candidatos.

- Oferta. Entusiasmados por el encuentro organizado por la Universidad de Buenos Aires que conduce, el rector de la casa de estudios porteña anunció ayer que, en caso de haber ballottage entre dos candidatos, “la UBA ofrece el Rectorado” como sede para realizar un debate similar.

- Cambio. Un pequeño conflicto sucedió en el momento de las presentaciones, apenas iniciado el debate. Cuando todavía no habían terminado de presentarse todos los candidatos, Kravetz se acercó hasta Telerman para informarle que su intervención no había salido al aire. El legislador Juan Cabandié intercedió a favor del ex jefe de Gobierno detrás de cámaras y finalmente, después de que Telerman se quejara del desplante, se modificó el sorteo de las intervenciones para que pudiera presentarse como lo hicieron todos los demás.

- Compañías. Los candidatos estaban acompañados por sus colaboradores, que los había de todo tipo. Al kirchnerista Daniel Filmus lo rodeaban cada vez que se detenía el debate para el corte comercial el sociólogo Luis Alberto Quevedo, el ex funcionario Nicolás Trotta y el economista de La Cámpora Iván Heyn, además de su compañero de fórmula Carlos Tomada. A Pino, mientras la maquilladora lo retocaba antes de salir al aire, se le acercaban el legislador Julio Raffo y Luis Brunatti, mientras que Telerman recibía a su compañero de fórmula Diego Kravetz y al ex legislador Raúl Fernández. La candidata de la izquierda, Myriam Bregman, era asistida rápidamente por los integrantes del Frente de Izquierda Christian Castillo, José Castillo y Marcelo Ramal. A la radical Silvana Giúdici se le acercaba el diputado Ricardo Gil Lavedra.