EL PAíS
A la CIDH, contra la Corte
Las Abuelas de Plaza de Mayo denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que la Corte Suprema demora desde hace más de dos años y medio su respuesta sobre el pedido de análisis genético de la joven inscripta como Evelyn Vázquez, quien podría ser hija de desaparecidos. “El abuelo paterno murió sin saber si había encontrado a su nieta y la abuela paterna está muy delicada de salud. ¿Tendremos que esperar que todos los familiares se mueran sin saber si su búsqueda terminó y encontraron a la nieta que reclaman desde el momento mismo de su desaparición en el vientre de su madre?”, preguntaron las Abuelas en su presentación ante el organismo internacional.
A principios de 1999, la abogada de las Abuelas Alcira Ríos inició una causa por la apropiación de Evelyn. El marino Policarpo Vázquez, quien había criado a la joven, confesó ante la jueza María Servini de Cubría que la niña le había sido entregada recién nacida en la sede del Comando en Jefe de la Armada. En un primer momento, Evelyn había aceptado hacerse el estudio de ADN. “Una semana después concurrió con el abogado que le puso la Marina y manifestó que no se analizaría si la pericia iba a ser usada ‘en contra de quienes la habían criado’. Se le explicó que era para saber quién es, dado que los Vázquez han confesado sus delitos”, informaron las Abuelas en la denuncia. Servini de Cubría ordenó el análisis compulsivo, lo que fue confirmado por la Cámara Federal. El abogado de Evelyn apeló ante la Corte y el expediente llegó al Tribunal el 30 de agosto de 2000, pero los ministros se tomaron su tiempo: aún no se pronunciaron.
El procurador de la Nación, en cambio, recomendó que se realizaran los estudios. La misma Corte Suprema tiene jurisprudencia sobre el tema. “No se advierte lesión alguna a la garantía constitucional que prescribe que nadie está obligado a declarar contra sí mismo. Tampoco se observa la afectación de otros derechos fundamentales como la vida, la salud o la integridad corporal, porque la extracción de unos pocos centímetros cúbicos de sangre ocasiona una perturbación ínfima en comparación con los intereses superiores de resguardo de la libertad de los demás, la defensa de la sociedad y la persecución del crimen”, dijo la Corte en 1996, al expedirse en el caso de un menor buscado por las Abuelas. Al parecer, algunos de los miembros del máximo tribunal están ahora trabajando sobre el caso. “Se trata de un retardo injustificado porque la Corte ya dijo que los chicos se tienen que analizar. Sería inconcebible que modificaran la jurisprudencia”, aseguró Ríos.