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El día del Censo 2010, sólo el 1,9 por ciento de la población mayor de 10 años del país no sabía leer y escribir. Casi una década atrás, la fotografía que sacó el Censo 2001 mostraba que ese porcentaje era de 2,6 por ciento. Y en 1991, de 3,7 por ciento. Mientras en el censo anterior no existían diferencias significativas en los niveles de analfabetismo entre varones y mujeres, en el último, las mujeres pasaron a registrar una tasa menor que la de los varones: 1,9 por ciento y 2 por ciento, respectivamente. A nivel provincial, se observa que aquellas provincias que tenían tasas más elevadas de personas que no sabían leer ni escribir son las que presentan porcentajes de reducción de esa condición más destacables. En cambio, en la Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego, que presentan los menores niveles de analfabetismo “con tasas que no superan el 1 por ciento, 0,5 y 0,7, respectivamente”, las tasas se mantienen estables. En Chaco, Corrientes, Misiones y Santiago del Estero, la reducción de población analfabeta alcanza entre 1,9 y 2,5 por ciento. Chaco es la provincia con mayor proporción de gente que no sabe leer ni escribir: 2,5 por ciento de su población mayor de 10 años.

Los departamentos en los que el analfabetismo se redujo entre 2001 y 2010 en más de 6 puntos son:

- Gastre (de 25,4% a 17,9%) y Paso de los Indios (de 18,9% a 12,3%), en Chubut.

- Ramón Lista (de 22,7% a 13,5%), en Formosa.

- Rinconada (12,2% a 5,2%) y Valle Grande (14,5% a 8,2%), en Jujuy.

- Catán Lil (de 19,4% a 12,6%), en Neuquén.

- Ñorquinco (21,4% a 14,9%), El Cuy (17,6% a 11,1%) y 9 de Julio (16,6% a 10,6%), en Río Negro.

- Santa Victoria (21,2% a 14,5%) e Iruya (15,7% a 9,4%), en Salta.