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“La elección en segunda vuelta se va a ‘lepenizar’”, aseguró ayer el secretario general de la Presidencia, José Pampuro. Con esta declaración, el funcionario duhaldista compara a Menem con el ultraderechista Jean- Marie Le Pen, al tiempo que augura una victoria de Néstor Kirchner en el ballottage del 18 de mayo con una cifra “cercana al 70 por ciento de los votos”. En mayo del año pasado, el gaullista Jacques Chirac aplastó a Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, al lograr el 82 por ciento de los votos contra el 17 de su rival. Chirac cuadruplicó el caudal conseguido en la primera vuelta, logrando el apoyo de todo el arco democrático francés y capitalizando el rechazo de la sociedad francesa, cuyo nivel de participación aumentó significativamente de la primera a la segunda vuelta, pasando de un 73 a un 83 por ciento. ¿Ocurrirá igual en la Argentina? Página/12 recogió la opinión de cinco analistas, quienes dieron su posición sobre la polémica comparación de Pampuro.
- Ernesto López (Sociólogo, Profesor de la Universidad de Quilmes): “No me parece prudente encarar una fase ya definitoria de este proceso de elecciones, como es la segunda vuelta, con un arranque tan triunfalista por parte de Kirchner. La idea de “lepenización” significa afirmar que la segunda vuelta está ganada. De esta manera se subestima al adversario a través de un exceso de confianza. Si analizamos la sustancia de ambos no creo que sean enteramente comparables. Le Pen es una derecha casi fascista y Menem una centro-derecha del neoliberalismo criollo, un peronista vendepatria. En lo sustancial no se cruzan. Desde la analogía política de la segunda vuelta, preferiría que se siguiera trabajando con responsabilidad y que Kirchner y el gobierno no se dieran por ganadores de antemano”.
- Franco Castiglioni (politólogo): “Considero que se puede hacer comparaciones, pero que no se puede equiparar. Es un error pensarlo de esa manera. Francia y Argentina son sociedades que es irrelevante comparar, con realidades completamente distintas. Le Pen es un hombre de extrema derecha fascista y de una fuerte ideología antiinmigrante. La situación de Menem es distinta. Tiene el apoyo de ciertos sectores populares, dentro de una sociedad fragmentada como no lo es la francesa. Su discurso de orden es el discurso de la campaña de primera vuelta. Hay que ver si la conserva para la segunda. En Menem confluyen ideologías distintas. Es una derecha, pero como todo en la Argentina, es una derecha sui generis. En Le Pen juegan elementos tan fuertes, como la negación del holocausto, que la equiparación es un error. Por otra parte, el porcentaje que sacó Menem en primera puede aumentar en el ballottage, en relación a la cantidad de gente que concurra a votar. En cambio, Le Pen en Francia no tenía forma de crecimiento para la segunda vuelta”.
- Luis Majul (periodista): “Yo no sé si va a pasar exactamente como en Francia. Yo vengo preguntando a mis oyentes a quién y por qué. Hay un mosaico muy heterogéneo, de Capital y el primer cordón del Conurbano. Hay gente que dice que vota a Kirchner por su discurso moderado, porque no soporta a Menem que es el pasado. Hay votantes de Carrió, de Rodríguez Saá y López Murphy y da 85 a 15 (a favor de Kirchner). Me parece que, en términos de resultados, es probable que pase lo mismo que en Francia. O Menem mete un eje de campaña que rompa esta idea de que pierde 80 a 20 o se baja de la candidatura. Creo que Menem está pensando en una estrategia de voto en blanco, pero eso como estrategia es insuficiente. La misma noche de las elecciones Kirchner empezó una estrategia moderada, mirando al país y ni siquiera necesita un acuerdo de cúpulas. Menem no es Le Pen en todo sentido: él ganó dos elecciones, mientras que Le Pen es un nazi homofóbico. Menem puede no ser el rey de la democracia, pero tampoco es Le Pen. Yo veo difícil, conociendo su personalidad, que acepte para el final de su carrera una paliza electoral”.
- Luis Quevedo (investigador de Flacso): “Yo no creo que Menem sea equiparable a Le Pen porque Le Pen representa en Francia una propuesta neofascista, con contenidos racistas y conservadores. No es igual a la experiencia del menemismo en los últimos diez años. Yo sería cuidadoso en la comparación. El punto de similitud con la Argentina es que Menem va a jugar un ballottage en el que va a ser plebiscitado: muchos van a votar a favor de él o contra él. Mucha gente quiere manifestar su bronca con Menem, con los 10 años de menemismo. Como razonamiento más político, el voto va a estar también favorecido por la nueva estrategia de Menem, que se despoja de cualquier otra cosa que no sea él. Es una estrategia defensiva, de mucho riesgo, puede hacer que la gente se sienta interpelada a votar en contra de él. Menem está llamando a la sociedad, diciendo: ‘Quiero que me evalúen a mí’. La sociedad argentina usa el voto no sólo para premiar. El 18 de mayo podrá usarlo para castigar a Menem. Le Pen sacó en Francia menos de un punto de diferencia entre las dos vueltas, cuando en la segunda fueron muchos más a votar. Menem puede llegar al 30 o 35 por ciento, pero va a ser una provocación para la sociedad”.
- Rosendo Fraga (Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría): “la situación de Menem y Le Pen en el ballottage no es exactamente la misma. Es cierto que Menem es el candidato más rechazado, con un nivel superior al 50 por ciento, aunque en los últimos tiempos ha bajado. Yo siempre dije que, para ganar en el ballottage, Menem necesitaba una diferencia importante, de entre 6 y 7 puntos, en la primera vuelta. Ahora enfrenta un ballottage muy difícil. No creo que llegue al extremo de Chirac y Le Pen, con un 80 a 20. En cuanto a la comparación de Menem y Le Pen como figuras políticas, son totalmente distintos. Menem es un ex presidente electo democráticamente, líder de un partido mayoritario, y ha ganado la elección en una cantidad de provincias importantes. Lo que es comparable es el rol político de candidato más rechazado”.