Desde la oposición profundizaron ayer las críticas al gobierno nacional, luego de que la presidenta Cristina Fernández se reuniera con Daniel Scioli para acordar el envío de fondos a la provincia de Buenos Aires con el objetivo de pagar el aguinaldo atrasado a los empleados públicos. El peronista disidente, Francisco de Narváez, sostuvo que “si CFK advirtió que su embate contra Scioli perjudica a miles de bonaerenses, a futuro no debería someterlos a sus intereses políticos”. El ex candidato a gobernador bonaerense por el peronismo disidente le reclamó a la Presidenta que no utilice la cadena nacional sino que dé una conferencia de prensa para explicar por qué decidió enviar los fondos. En la misma línea, el senador radical Gerardo Morales sostuvo que “la pelea de poder entre Cristina y Scioli, otra vez, la pagan los trabajadores y los jubilados”. Un poco más conciliador, el diputado y titular de la UCR bonaerense, Miguel Bazze, señaló que la decisión es lo que le venían reclamando al Poder Ejecutivo nacional, “que se comprometiera, que fuera parte de la solución y no del problema”. Además, el diputado alfonsinista demandó que “por el bien de la provincia y de los bonaerenses, ambos gobiernos tienen que terminar con esta lucha interna desgastante”. Según consideró Morales, CFK “es más unitaria que Carlos Menem”. “El ex presidente en los 90 quitó fondos y transfirió servicios y sobre esa base Cristina, ahora, sigue recortando recursos a la provincias y exigiendo que los gobernadores rueguen por plata que les corresponde”. Para el senador jujeño se debería coparticipar el Impuesto al Cheque, lo que representaría unos 3800 millones de pesos para la administración Scioli.