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El rabino y legislador macrista Sergio Bergman había dicho, en rudos términos, que ninguna persona de fe podía votar por la ley de la reglamentación de abortos no punibles. Y cuando la legisladora católica Sánchez Andía, de la Coalición Cívica, se preparaba para rechazar ese argumento, le pidió una interrupción el ex macrista Daniel Amoroso. “Imagino que le deben haber hackeado la cuenta de Twitter de (María José) Lubertino, no entiendo otra explicación para el tweet que acabo de leer: ‘Que Morales Gorleri y Bergman saquen sus rosarios y kipás de nuestros ovarios’”, citó Amoroso. Y enseguida varios saltaron de su banca.

Tras esta escena, Sánchez Andía retomó la palabra y aseguró que justamente ella quería decir que su creencia religiosa no le impedía votar en favor de la reglamentación. “Y llevo rosario conmigo y no donde Lubertino quiere que lo lleve”, agregó. Entonces interrumpió el macrista Fernando de Andreis, solicitando que la legisladora kirchnerista se disculpe. “La intención no era ofender a nadie”, dijo Lubertino. A De Andreis no le bastó y pidió un cuarto intermedio para analizar una cuestión de privilegio: una sanción contra la legisladora kirchnerista.

Pasadas las 2 de ayer, se aprobó por 55 votos positivos y tres abstenciones una resolución por la cual se instruye al vicepresidente primero del cuerpo, el macrista peronista Cristian Ritondo, a denunciar ante el Instituto Nacional contra la Discriminación a su ex directora Lubertino, por discriminación contra los oficialistas Bergman y Victoria Morales Gorleri.

“Fueron manifestaciones vergonzosas que afectaron al conjunto de las personas del recinto”, aseguró al respecto Juan Cabandié, presidente del bloque kirchnerista. Ritondo le pidió que renuncie inmediatamente a la Comisión de Igualdad y Trato, que Lubertino preside, “porque no tiene estatura moral para hacerlo”.

Bergman arremetió: “Cuando se pasan los límites, este tipo de agravios tiene que dirimirse en el marco de la ley. Lubertino tiene que responder ante la ley porque es un delito”. Luego, el rabino terminó sobreseyéndola al solicitar al bloque del Frente para la Victoria que “se hagan cargo de Lubertino, porque para mí es inimputable”.

“Estoy sumamente sorprendida de que se haya derivado la atención del debate. Hubo gritos en la barra. Se nos llamó ‘asesinas’ y eso no fue objeto de sanción. Soy respetuosa de todas las convicciones religiosas. De ninguna manera pretendí ofender a ninguna persona”, dijo lueho Lubertino. Aunque admnitió que “ puede no haber sido el momento más oportuno” para enviar su tuit.