EL PAíS
Otras voces
- Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo): “La actitud de Brinzoni no me asombra porque es una persona que ha sido transgresora del deber que debió cumplir como militar. Más que dejar de colaborar en el proceso democrático, le puso piedras amparando a sus rebeldes subordinados cuando se los convocaba (desde la Justicia). Este militar Brinzoni se despide muy mal de sus camaradas. La intriga política sobre los cuarteles nunca desapareció porque ellos tuvieron un corporativismo sobre su accionar y debieron rendir cuenta sobre los hechos de la dictadura. Lógicamente, ellos siguieron inmersos en esa mirada de sospecha que pesa todavía. (Brinzoni) no está acostumbrado a subordinarse al poder político”.
- Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora): “Brinzoni tiene que ser procesado y condenado por lo acontecido principalmente en el caso de Margarita Belén. Tiene que saber que en este momento va a ser citado a declarar. Con respecto a lo que hizo el Gobierno de pasar a retiro a esa serie de militares, pienso que no sólo debe haber un cambio de hombres sino que también tienen que cambiar la mentalidad. Tiene que haber una modificación en la educación y la formación que reciben; deben ser formados en el respeto de los derechos humanos”.
- José De Luca (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos): “Me pareció que él (Brinzoni) se siente dolido porque hubo alguien que trata de no darle pie a lo que fue la instancia del terrorismo de Estado y sus seguidores. No debemos olvidarnos de la historia de Brinzoni, que por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final se salva de no estar preso. Brinzoni no puede hablar en esos términos porque no corresponden y porque es facultad del Presidente hacer designaciones. Subordinación y valor, los militares van a tener que asumir esta voluntad de retiro que tiene el presidente Kirchner y Argentina deberá continuar adelante, sin el fantasma de los militares que participaron en el terrorismo de Estado y que ahora ocupaban cargos en el mando militar”.
- Martín Balza (ex jefe del Ejército): “En mi vida militar he conocido intrigas políticas en la década del 50, del 60 y del 70, pero desde el advenimiento de la democracia no he percibido intrigas políticas de ningún tipo. Este recambio es un relevo periódico y, en esta circunstancia, podrá abarcar a un número mayor del previsto, pero no hay que darle otro alcance. No hay que ver lo que no existe”.
- Oscar Camilión (ex ministro de Defensa): “El Presidente puede resolver pasar a retiro a militares, pero eso no quiere decir que pueda, políticamente hablando, ejercer esa facultad irracionalmente. Puede tener una facultad formal, pero esa facultad tiene límites y esos límites son los de la prudencia. Creo que es una decisión, en principio, sorprendente, porque no se encuentra ninguna explicación objetiva, razonable, para que se produzca semejante depuración en la cúpula de las instituciones militares. No se puede entender la razón, habida cuenta de que estas autoridades de las Fuerzas Armadas demostraron un claro compromiso con las instituciones democráticas. Sin perjuicio de estar convencido de que esto no va a provocar ninguna remezón importante en el orden institucional, es un acto innecesario, y la experiencia demuestra que en política los actos innecesarios son siempre malos”.