Alejandra Rafuls es la mujer de Jorge Gándara, ex secretario de Coordinación Económica de Raúl Alfonsín, y hombre de Enrique Nosiglia. Su vasta trayectoria laboral junto a diferentes políticos le ha permitido acceder a millonarios contratos de asesoramiento. En la página web de su consultora AR y Asociados menciona como uno de los primeros antecedentes el trabajo que hizo cuando Carlos Menem no se presentó al ballottage en 2003. También fue contratada por los gobernadores peronistas Daniel Scioli, de Buenos Aires, y José Alperovich, de Tucumán; los intendentes Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, y Joaquín de la Torre, San Miguel, y los ex gobernadores Juan Carlos Romero, de Salta, y Jorge Sobisch, de Neuquén. Pero los candidatos a cargos electivos no son su única especialidad. Durante la fiesta menemista, trabajó para Juan José Zanola en el gremio bancario y con Víctor Alderete en el PAMI. Por algunas de esas relaciones comerciales del pasado, el ex fiscal Carlos Stornelli puso la mira en su empresa, que en esa época se llamaba RKL. Rafuls había tercerizado ciertos contratos con una sociedad llamada AB (¿acaso por Alejandra Beatriz?, sus nombres de pila) tanto en la Bancaria como en el organismo de los jubilados. En una nota de opinión del 27 de noviembre de 2005, Horacio Verbitsky la describía como “una bolsera de medios especializada en operaciones de prensa”.

La asesora del ministro Montenegro también trabajó para Aníbal Ibarra cuando era el jefe de Gobierno porteño. Lo hizo antes y después de la tragedia de Cromañón con dos objetivos bien diferentes. Primero para entronizarlo como un político de proyección nacional y, tras la muerte de los 194 jóvenes en el boliche de Once, para rescatarlo de la condena social de una considerable porción de la sociedad porteña.

En los medios siempre se le atribuyó una relación comercial con Daniel Hadad. La semana pasada, el presidente de Aerolíneas Argentinas (AA), Mariano Recalde, dijo sobre una nota que salió en el diario Infobae y que cuestionaba a la empresa: “Espero que las críticas no sean en respuesta a la finalización de una relación contractual entre Aerolíneas y una socia de Hadad”, refiriéndose al vínculo comercial que unía a la compañía aérea con Rafuls. En la página web de AR y Asociados todavía aparece la línea aérea de bandera como uno de sus clientes.