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Al formar parte de la reducida comitiva que acompaña a Néstor Kirchner en esta primera gira presidencial, el gobernador de Santa Cruz, Héctor Icazuriaga, y el jefe de la SIDE, Sergio Acevedo, confirmaron que son dos de las personas –obviamente, descontando a la senadora Cristina Fernández de Kirchner– más cercanas al Presidente. Tan cercanas que Kirchner confió en ellos para hacer cargo de la delicada Secretaría de Inteligencia, puesto en el que realizarán un curioso enroque.
Ni siquiera dicen “a” si al Presidente se les ocurre despertarlos en mitad de una noche de insomnio para hablar de política, como les sucedió durante el vuelo a Londres en el Tango 01. Además de la cercanía política, Acevedo e Icazuriaga son amigos del Presidente, a quien se acercaron durante su época de intendente de Río Gallegos cuando ellos todavía militaban en la corriente interna del justicialismo que encabezaba el luego frepasista Rafa Flores.
Si todo sale como creen –es decir, si Acevedo se impone sin contratiempos en la elección para gobernador de Santa Cruz y asume en diciembre–, el hoy jefe de la SIDE volvería a la provincia mientras que Icazuriaga pasaría a hacerse cargo de la Secretaría de Inteligencia. Con esa confirmación quedaría desvirtuado el rumor que aseguraba que la intención del Presidente era desarmar el organismo que tantos dolores de cabeza le produjo en la campaña cuando se lo empezó a acusar de haber militado en Montoneros. El informe “secreto” apareció a modo de mensaje sobre la mesa de Acevedo el día que asumió.
Lo que es seguro es que habrá una reestructuración en la Side. Ello incluiría una reducción de personal y baja de salarios que, como sucede en más de un organismo estatal, ignoran el tope impuesto por el sueldo presidencial. Otra iniciativa en estudio es la de unir a las áreas de inteligencia de las distintas fuerzas de seguridad para abaratar costos.