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Represores ante el juez

Algunos represores argentinos detenidos por orden de la Justicia española, acusados de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, fueron trasladados ayer al juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral, donde fueron notificados del pedido de extradición. Uno de los primeros fue Jorge Videla (en la foto con Jorge “El Tigre” Acosta), cuyos abogados presentaron un escrito en el que alegaron que el juez Baltasar Garzón “no tiene capacidad jurídica fuera del territorio español” para reclamar la extradición. Además de Videla, pasaron por Comodoro Py 2002, entre otros, Carlos Guillermo Suárez Mason, Acosta, Héctor Febres, Rubén Franco y Juan Carlos Rolón. En cambio, no concurrió Emilio Eduardo Massera, que tuvo un ataque cerebral y que, según el parte médico, tiene dificultades motrices y no está en condiciones de comprender la notificación. De todos modos, el juzgado prometió mandar un médico para confirmar la gravedad de su estado. La llegada de los represores fue repudiada por un grupo de manifestantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), que esperaron detrás de las rejas. Estaban separados sólo unos metros de los seguidores del intendente de Escobar, Luis Patti (ver página 6), que llegaron en dos camionetas y también desplegaron sus banderas para repudiar la decisión del juez Claudio Bonadío de indagarlo por proteger a un ex jefe militar que se encontraba prófugo de la Justicia.

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