Aunque sin nombrarlo, Daniel Scioli responsabilizó al titular del Suteba, Roberto Baradel, por la agresión contra la ministra de Economía Silvina Batakis y otros funcionarios cuando salían de la negociación con los maestros. “Esto tiene una relación directa con lo ocurrido (el miércoles) cuando desde lo más alto de la dirigencia gremial se convocó con palabras a la violencia”, sostuvo el gobernador.

En el acto de cierre de la marcha docente a Casa de Gobierno, Baradel había advertido: “Que no toquen un solo peso del salario de los maestros porque los vamos a ir a buscar a cada lugar de la provincia”. Scioli lo vinculó con la escena ocurrida en la puerta de la Defensoría. “La arenga no fue una cosa menor, uno desde la palabra genera violencia verbal, se pueden generar las condiciones para que, lamentablemente, de esa violencia verbal se llegue a la violencia física”, advirtió ayer en la conferencia de prensa. El gobernador agregó que entiende “las discusiones y el debate, pero lo que tengo que rechazar es la violencia, especialmente de los que tenemos responsabilidades”.

Los incidentes ocurrieron cuando los ministros de Trabajo, Oscar Cuartango; de Economía, Silvina Batakis; el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y la directora de Educación, Nora De Lucía, volvían de la negociación salarial en la Defensoría del Pueblo, en calle 7 y 49.

Batakis y un colaborador del gobierno recibieron un piedrazo en la pierna, mientras que a un integrante de la custodia le rompieron la camisa. El grupo de funcionarios fue seguido entre gritos de protesta por cuatro cuadras, hasta que llegaron a la Casa de Gobierno.

Tanto los dirigentes del Suteba como los de la Federación de Educadores Bonaerenses repudiaron la agresión. “Se trata de un acto cobarde y fuera de toda lógica, que se aleja de los caminos del diálogo y el consenso que pregonamos desde esta Federación”, señaló el gremio que conduce Mirta Petrocini. Por su parte, Baradel también criticó lo sucedido y sostuvo que “cualquier persona que sufra una agresión, para los docentes es una acción repudiable que merece nuestro profundo rechazo y solidaridad con los funcionarios”.