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“Soy un militante social, de base”, se define desde su casa en la villa 15 de Mataderos. Aunque desde hace más de treinta años Juan Cymes trabaja en los barrios más carenciados, el domingo, por primera vez, será candidato a ocupar un cargo. Con sus 66 años, es secretario general de la Coordinadora de Villas de Buenos Aires y aspira a llegar a la Legislatura. “Sabemos distinguir muy bien al enemigo del adversario”, aclara para explicar por qué su partido, Convergencia Social, impulsa la reelección de Aníbal Ibarra, a pesar de las diferencias.
–¿Por qué decidió postularse?
–A mí me critican porque nunca acepté las candidaturas que me ofrecieron para concejal o diputado. Yo soy un enemigo histórico de las listas sábanas y de los acuerdos a espalda de la gente. Soy esencialmente un militante social, de base, y para mi lo que no pasa por las bases no es democrático. Esta vez acepté porque mis propios compañeros me pidieron crear una lista que emerja de las bases. La mayoría de los que la integramos somos representantes de las villas y de los barrios carenciados. Creemos que se está con los pobres o se está con los ricos. Se apoya a los oprimidos y explotados o a los opresores y explotadores.
–¿Por qué el respaldo a Ibarra?
–Macri representa la resurrección de la dictadura y ante eso no andamos con exquisiteces. Que nosotros tengamos una lista de legisladores propia tiene que ver con que somos críticos frente a algunas cuestiones del oficialismo. Pero sabemos distinguir muy bien al enemigo del adversario. Sabemos que las diferencias que tenemos con la gente del gobierno de Ibarra se pueden superar. Ibarra nos debe todo pero nos da cierta posibilidad de cobrar. En cambio, Macri es el enemigo que hay que derrotar sí o sí. No nos quiere dar nada y, encima, nos quiere sacar todo. Por otra parte, nosotros estamos muy identificados con la línea que viene llevando Kirchner. Y él, justamente, nos está pidiendo que acompañemos sus propuestas en la ciudad de la mano de Ibarra.
–¿Cuál sería su papel en la Legislatura?
–Nuestro espíritu es democratizar el Parlamento para democratizar el país. Queremos seguir reconstruyendo la democracia popular para garantizar el derecho de nuestro gente a ser respetada. Para que se termine la marginación social y que todas las villas se transformen en barrios. Sin embargo, nosotros ya somos legisladores pero sin banca. Toda la legislación que existe en la ciudad sobre las villas desde el ‘83 en adelante la hemos hecho nosotros. Nuestras propuestas entonces, no son promesas, son lo que venimos haciendo. Fuimos autores del artículo de la Constitución porteña que establece el derecho a la radicación definitiva de los pobladores que viven en los barrios marginados. Porque nosotros no somos intrusos, estamos protegidos por la Constitución y las leyes.