EL PAíS
El cruce entre las bancadas
Boinas blancas
Con rostros adustos, los senadores radicales dieron su versión de la caída de la primera sesión del juicio político al supremo Eduardo Moliné O’Connor. En tren de mostrarse ofendido, el jefe del bloque, Carlos Maestro, puso como condición para retornar al recinto que antes se “atiendan debidamente” los argumentos de la excusación que planteó el mendocino Raúl Baglini.
El voluminoso senador por Mendoza sostuvo que lo que pretende la bancada que integra es que “haya un proceso regular en la Comisión” de Asuntos Constitucionales que el martes, bajo la presidencia de la senadora Cristina Fernández de Kirchner, desestimó por mayoría su solicitud de excusación. Baglini pidió en la Cámara –transformada en jurado del magistrado– ser excusado del proceso contra Moliné por “tener y haber tenido actuaciones de competencia originaria y apelada” ante la Corte en su condición de abogado. Según Maestro, la falta de atención a las argumentaciones de Baglini mostró en la comisión “una falta de respeto hacia un senador”. “Queremos que la excusación se debate en la debida forma”, insistió el legislador y sostuvo que “la mayoría oficialista no puede imponer en forma apresurada y arbitrariamente sus criterios”. A su turno, Baglini aseguró que de no ser excusado, “la garantía de imparcialidad se vería lesionada si un senador tuviera interpuestos asuntos ante la Corte”. Nada dijo de la posibilidad de abstenerse a la hora de votar una condena o una absolución.
Compañeros
Sin poder disimular el enojo que le provocó el faltazo radical, el jefe del bloque justicialista de senadores, Miguel Angel Pichetto, la calificó como una “irresponsabilidad institucional”. Casi furioso, el rionegrino movía su cabeza de lado a lado y repetía que el comportamiento del bloque de la UCR puede estar dirigido a sembrar “dudas sobre cómo está funcionando la Comisión de Asuntos Constitucionales”.
La reacción del jefe del bloque del PJ se produjo a raíz de que el radicalismo no bajó al recinto, invocando un indebido trato al mendocino Raúl Baglini (ver nota central).
“Hay un conjunto de elementos que mostraría una intención de poner bajo sospecha al Senado”, advirtió Pichetto al conjeturar sobre otros posibles móviles de la actitud radical. Señaló también que hubo “una irresponsabilidad institucional” de parte del radicalismo al decidir no prestar el quórum por una cuestión “incidental” y “periférica” que el bloque podía haber “debatido en el recinto y no a través de los medios”. Recordó que el martes en la Comisión de Asuntos Constitucionales se trató la excusación solicitada por Baglini en una reunión “que se hizo a la luz pública trasmitida por distintos canales de televisión”. De allí se emitió un dictamen desestimando la existencia de motivos para la excusación que este mediodía tendría que haber sido tratada por el plenario de la cámara.