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Néstor Kirchner y Vicente Fox coincidieron ayer –almuerzo mediante celebrado en el Hotel Milenium de esta ciudad, frente a Naciones Unidas– en abrir un paraguas político para construir, lo más rápidamente posible, un tratado de libre comercio (TLC) entre México y la Argentina. A partir de ahora se comenzarán a remover los obstáculos técnicos que desde ya existen para concretar la firma del TLC que, si todo marcha bien, podría formarse durante el primer semestre del año entrante. México considera que hay una etapa de su política exterior –la construcción de su sociedad con Estados Unidos– que está llegando a su fin y que la nueva instancia es apuntar su mira hacia América latina. Con la decisión política de llegar a un TLC ya tomada, México deberá apoyarse internamente con los sectores que quieren diversificar sus exportaciones, que actualmente van en un 80 por ciento al vecino del norte. Antes de iniciar la charla sobre el TLC, Kirchner le agradeció a Fox su respaldo en la negociación que Argentina llevó adelante con el FMI. Los dos mandatarios coincidieron en resaltar la crisis en que se haya inmerso el organismo financiero y en la necesidad de reformulación de sus políticas y el tipo de negociaciones que lleva adelante. Kirchner y Fox, además, repasaron la situación que viven otros tres países del hemisferio –Venezuela, Colombia y Cuba– y convergieron en la necesidad de no aislar a esos estados.