EL PAíS
La teoría de la trampa
En medio de este debate donde también aparecen contradicciones, acusaciones, el propio Musa Azar ha hecho correr su descargo. A través de su abogado, ayer se puso en contacto con los medios para transmitir su propia teoría: está convencido de que las declaraciones de los policías son una gran trampa. “Un complot armado por una persona de dinero en su contra.” Aunque su abogado Luis Vergottini no dio nombres, el ex comisario apuntaría a uno de los empresarios más poderosos de la provincia. “Esa persona –dijo Vergottini– les habría pagado a estos policías presos para que lo acusen y declaren como lo hicieron.”
Según esa versión, los policías Héctor Albarracín, Francisco Daniel Mattar y Juan Pablo Gómez ya no trabajaban para Musa Azar desde hacía tiempo. Sus declaraciones para el abogado no son reales, pero tienen el peso suficiente en este contexto como para dejarlo preso incluso hasta el procesamiento: “De acuerdo con los elementos que tiene la jueza –reconoció Vergottini–, no puede hacer otra cosa que las que está haciendo.” Las declaraciones y la causa así como están, dijo, “son una bomba que está mal armada”.
El productor de esa bomba, para el ex jefe de Inteligencia de Carlos Juárez, es uno de los empresarios. “Si llegamos a probar que existió realmente el pago de dinero a los policías –anunció su abogado–, va a estallar una bomba en Santiago.”