La Comisión Provincial por la Memoria publicó ayer, en el marco del 40º aniversario del golpe cívico militar, documentos inéditos del archivo de la Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires (Dipba), que aportan nueva información sobre la vigilancia, espionaje y persecución que realizaron las fuerzas represivas antes y durante la última dictadura sobre los trabajadores y organizaciones sindicales.

Los legajos revelados de la Dipba, según la Comisión, añaden nueva evidencia que permite visualizar como “en los años previos a 1976, las fuerzas armadas y de seguridad incrementaron las acciones de inteligencia sobre el movimiento obrero, desde la CGT hasta los cuerpos de delegados”. Durante los meses previos al golpe, “los establecimientos industriales y fábricas fueron sometidos a la vigilancia con el fin de captar el conflicto en el lugar de trabajo”, reza el informe que reúne los documentos, que permitirán seguir arrojando luz sobre la responsabilidad civil empresaria durante los años de plomo.

Los más de 11 mil legajos que incluye el informe involucran a firmas como Mercedes Benz, Ford, Citröen, Astillero Río Santiago, Káiser, Swift, Rigoleau, FIFA y Acindar, que solicitaban a la policía bonaerense elaborar listados de los “activistas que pueden existir en cada fábrica”. Según la información relevada, la Dipba dispuso entre 1976 y 1983 más de 1200 agentes bonaerense para perseguir ideológicamente cuerpos de delegados y comisiones internas. “La Bonaerense fue imprescinbile para garantizar el despliegue represivo”, sostuvo la Comisión.