EL PAíS
Otras voces
- Horacio González, sociólogo: “La argentina de hoy sigue dando las mejores oportunidades para quien esté dispuesto al escándalo moral. Ahora bien, hay un escándalo mayúsculo de los espíritus temerosos y un escándalo sereno de los espíritus austeros, quizás esto último es lo que conviene. La libertad a María Julia Alsogaray merece que, ahondando con serenidad en nuestra trama de leyes, reglamentos, estilo y culturas políticas, descubramos el corazón de ilegalidad que anida en los procedimientos legales argentinos. No se los desarma con la indignación ritual de los moralistas, sino con la pasión de los que del interior de la dialéctica oscura de la ilegalidad extraigan un nuevo coraje civil, un nuevo texto para revelar en el pliegue de la historia reciente de qué modo el escándalo costumbrista se convierte en una nueva razón crítica”.
- Ricardo Monner Sans, abogado penalista: “La impresión personal por la liberación de María Julia me comprende en la indignación de la que participa toda la sociedad. El hecho pone en discusión si es menester reformar el Código de Procedimiento Penal para que los ciudadanos puedan ser parte querellante en los delitos que se cometen desde el poder y modificar también el propio Código Penal, que se sensibilizó con el caso Blumberg (lo que es entendible), y es muy benigno para los delitos cometidos por quienes están en el poder. Llama la atención además en cuanto a la liberación de María Julia, que haya conseguido la excarcelación sin ningún tipo de fianza y apenas con una caución juratoria, cuando le había sido negada en un fallo de noviembre de 2003. Con este tipo de hechos se refuerza esa sensación entre la sociedad de que no existe correlación entre los delitos que cometen los que andan de a pie y aquellos que cometen quienes andan a caballo. Y me parece que en algún punto este asunto devalúa la idea misma de democracia, lo que es muy preocupante. Entonces creo que ha llegado la hora de discutir realmente si los delitos del poder no son lo que generan otro tipo de delitos. La impunidad es un concepto que se va instalando cada vez más”.