EL PAíS
Próspero y discreto
Otros ex miembros del grupo sushi recuerdan cómo cambió aquel militante de Franja Morada que llegó al poder. Lo que más destacan es su soltura económica y gusto “por los negocios”.
Por R.K. y J.N.
Tres ex integrantes del Grupo Sushi consultados por Página/12 se manifestaron “impresionados” por la soltura económica con la que se movería Darío Richarte luego de su gestión como número dos de la SIDE. Las versiones indican que, mientras que muchos ex funcionarios amigos de Antonio de la Rúa se las arreglan como pueden, el ex espía hace negocios y se mantiene activo como los viejos tiempos.
Ex presidente del Centro de Estudiantes de Derecho, Richarte militó desde joven en la UCR. Y, aunque conocía a De la Rúa desde hace años, se acercó al acartonado dirigente porteño a fines de los 90 y gracias a Antonio, que buscaba caras jóvenes para renovar la imagen de su padre. Fue designado al frente del equipo de avanzada que, en la campaña de 1999, se ocupaba de preparar el terreno para las visitas al interior del entonces candidato presidencial de la Alianza. Y, cuando De la Rúa ganó las elecciones, obtuvo un puesto clave, en un camino similar al de otros integrantes del Grupo Sushi, como Darío Lopérfido, Lautaro García Batallán o Andrés Delich.
Desde un principio, los jóvenes delarruistas se convirtieron en un polo de poder fundamental, que influyó en muchas –y algunas de las más desafortunadas– decisiones del Presidente. Sin embargo, a pesar de que durante el Gobierno se movieron como un grupo fuerte y cohesionado, el alejamiento del poder cambió las cosas.
Hoy, la relación entre Richarte y el resto de los amigos de Antonio estaría bastante dañada. Tanto, que algunos de ellos habrían decidido tomar distancia del ex espía. “Yo decidí correrme para no quemarme. Sabemos que nuestra imagen pública no es la mejor, que no somos muy queridos dentro del partido. Lo único que nos falta es que, además, piensen que nos enriquecimos”, dice un joven delarruista.
Es que, aunque ninguno se anima a difundir una acusación concreta, todos sostienen que Richarte ya no es lo que era, al menos desde el punto de vista económico.
Una anécdota ilustra la situación. Luego del colapso de la gestión aliancista, a la mayoría de los jóvenes sushis les costó reinsertarse en el mercado laboral, y muchos hoy se encuentran sub o desocupados. Unos días atrás, algunos de ellos se encontraron en el cumpleaños de Alejandro Tullio, actual titular de la Dirección Nacional Electoral. Según contó uno de ellos, el contraste era notable: mientras que la mayoría intercambiaba comentarios sobre la debacle post delarruista, Richarte seguía como en los viejos tiempos. Activo como siempre, el ex espía mencionaba “emprendimientos” y cada dos minutos se levantaba para hablar por celular. “Che, Darío, pará de hacer negocios”, le gritaban los jóvenes delarruistas, medio en broma y medio en serio. “Si hablás con (Fernando de) Santibañes decile que se acuerde de los amigos y nos mande unos mangos”, agregaba otro, en referencia al ex banquero, primer jefe de la SIDE durante la gestión de De la Rúa y amigo de Richarte.
Los rumores que circulan entre sus ex compañeros indican que Richarte habría invertido en un emprendimiento editorial ambicioso, “La U”, un diario que se distribuirá gratuitamente en las universidades. Entre los socios se encontraría el empresario, íntimo amigo de Enrique “Coti” Nosiglia, Luis Cetrá (en los números cero del diario Nicanor Cetrá figura como presidente de la empresa). Además, el ex banquero Sergio Szpolski aparece como editor responsable. Y algunos versiones mencionan al publicista Ramiro Agulla como otro socio.
En cualquier caso, los jóvenes sushis coinciden en que Richarte no ostenta. “No es un menemista, no va a aparecer de un día para el otro en una Ferrari y por eso va a trabajar al estudio del padre, un abogado bastante importante”, explica un joven delarruista.
Es posible, pero también es cierto que, por más discreto que sea, los movimientos del ex número dos de la SIDE habrían llegado a oídos delmismísimo Antonio de la Rúa. Desde las soleadas playas de Miami, el estratega delarruista deslizó un comentario no del todo amable sobre su antiguo protegido en los oídos de un ex funcionario. “Se le fue la mano”, dicen que dijo el novio de Shakira para definir a Richarte.