EL PAíS
La pelea con Becerra
Fernando de la Rúa y su ex jefe de la SIDE Carlos Becerra ya no se quieren. “Están muy pero muy distanciados”, aseguran quienes conocen a los dos protagonistas. Cada bando da explicaciones casi opuestas.
Los que están cercanos al ex presidente dicen que De la Rúa está furioso con Becerra porque le escondió información en los últimos días de su gobierno. Por ejemplo, informes sobre los saqueos en el Gran Buenos Aires, el papel del duhaldismo, las instrucciones a la Policía Bonaerense para que no interviniera y una multitud de operaciones que según los delarruistas existieron durante aquellas jornadas. ¿La razón del ocultamiento? Que Becerra era –y es– hombre de Enrique “Coti” Nosiglia que supuestamente había pactado ya con Eduardo Duhalde el fin del gobierno de De la Rúa y el ascenso del bloque bonaerense duhaldista-radical. O sea que Becerra y Nosiglia eran parte del complot.
Quienes conocen a Becerra de cerca dan una versión muy distinta. Que semanas antes del desenlace, De la Rúa le reclamó a Becerra que hiciera inteligencia política interna, o sea que ordenara una vasta vigilancia de las demás fuerzas y partidos políticos. “Yo no soy el jefe de esa SIDE que usted quiere”, le habría espetado Becerra, tras lo cual le puso la renuncia a disposición. La renuncia fue rechazada, pero siempre según los amigos de Becerra eso produjo una ruptura definitiva con De la Rúa.
A cinco meses de la caída del gobierno radical, ésta es una de las tantas peleas en que las acusaciones se cruzan, aunque intentando que no salgan a la luz.