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La victoria para Mauricio Macri en Capital Federal ayer fue por partida doble. Con un tercio de todos los votos, el frente que encabeza el presidente de Boca al cierre de esta edición se consolidaba como la primera fuerza en la Legislatura porteña. Sin embargo, un dato logró trascender la euforia que se exudaba desde el macrismo y sirvió para paliar el sabor amargo que el ARI se llevó de las elecciones a diputados nacionales. Según los últimos datos, el partido de Elisa Carrió se llevaría ocho bancas, con lo que conseguiría triplicar el número de legisladores. Mientras que, con una diferencia que no llegó a un punto, el kirchnerismo sumaría siete diputados porteños, ratificando su lugar como primera minoría.
Sobre el total de mesas escrutadas, el macrismo encabezó la carrera hacia la Legislatura con un 33 por ciento. De esta forma, el partido que llevó la candidatura de Marcos Peña como cabeza de lista, conseguía meter en el parlamento porteño a 12 de los suyos y lograba afianzar su órbita de poder. Sin embargo, más allá de lo que el resultado significa para sus intenciones de consolidarse como primer fuerza de oposición, lo cierto es que para los macristas el resultado de ayer no implicará grandes cambios. Hasta el momento, conservaron la mayoría dentro de la Legislatura y si se toma en cuenta la cantidad de bancas que se renuevan en el bloque, sólo estarían sumando cinco legisladores.
En este sentido, el tablero favoreció al ARI. Con un 20,28 por ciento, el segundo lugar apareció ocupado por la nómina que encabeza Enrique Olivera, quien no desaprovechó la ocasión para reiterar su apoyo a Carrió. “Es admirable que una fuerza nueva como el ARI, sin depender del dinero de las empresas, haya crecido en todo el país”, manifestó el ex dirigente radical exultante al conocer los números para los legisladores porteños. Es que, a pesar del mal trago que enfrentó en la elección a diputados nacionales (ver nota arriba), los comicios para legisladores porteños no le depararon malas noticias. El resultado le permitirá engrosar su bloque de tres diputados a diez, en una victoria que no fue adjudicada tanto al desempeño del ex funcionario de Fernando de la Rúa, sino más bien apareció ceñida a la elección a nivel nacional.
Al igual que en la carrera hacia el Congreso, el kirchnerismo deberá conformarse con el tercer puesto. Aunque la distancia con el ARI era tan sólo de 0,70 punto. La lista que lidera el director de la Biblioteca Nacional, Elvio Vitali, consiguió el 19,34 por ciento de los votos, con lo cual ganaría siete bancas. El bloque que representa al oficialismo en la Ciudad quedaría conformado así por 13 legisladores, un dato que no resultará menor para el peronismo porteño que tiene la mirada puesta para las elecciones del jefe del distrito en el 2007.
La falta de diferencias que prácticamente se observó entre los resultados en la elección a diputados y a legisladores porteños fue otro dato relevante durante la jornada. Prácticamente no hubo cortes de boleta, algo que varios observadores atribuyeron al desconocimiento que enmarcó la carrera para la Legislatura porteña. Esto terminó desfavoreciendo a los partidos minoritarios, la mayoría de los cuales no podrá renovar una banca en el recinto. La lista de Norberto La Porta (PS), que postuló como legisladora porteña a Verónica Gómez, venía cosechando el 4,98 por ciento y peleaba por llevarse dos bancas. Mientras que el partido de Luis Zamora, Autodeterminación y Libertad, con un 3,52 por ciento de los votos, logró garantizar la presencia de su primer candidato, Gerardo José Romagnoli.
Por otro lado, las elecciones de ayer ratificaron el destierro del ibarrismo de la escena porteña. Sin lista propia, el jefe de Gobierno se limitó a colar dos candidatos, Alicia Caruso y Sandra Dosch, en la lista de Abel Fatala. Pero al cierre de esta edición cosechaba un magro 0,57 por ciento, con lo que toda oportunidad parecía descartada.
La Legislatura renovará así la mitad de su elenco, por primera vez desde su constitución en 1997. Con estos resultados, su nueva escenografía augura algunos cambios. En contraste con el carácter fragmentario queactualmente debía enfrentar –según las últimas estimaciones aparecía dividida en 22 bloques en total– la presencia de las tres fuerzas mayoritarias marcará de ahora en más el pulso de la ciudad. De la misma forma lo hará en la carrera para la elecciones a jefe porteño en el 2007, que ayer tuvo una largada bastante ajustada.

Informe: Carolina Keve.