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“Que cada uno de los jueces de la Corte Suprema analice la cuestión y emita su voto”: tal es el actual propósito de Pedro D’Attoli, abogado de Omar Chabán, quien dispone de diez días para formular el recurso correspondiente. El letrado insistió en que no habría peligro de que su defendido se fugue y estimó que las condiciones de su libertad bajo custodia equivalían, de hecho, a una “prisión domiciliaria”. En cambio, Javier Miglino, abogado de familiares de víctimas de Cromañón, afirmó que el encarcelamiento de Chabán es necesario porque sus delitos merecerían “una pena máxima de 27 años de prisión” y ante esa expectativa “va a preferir la fuga”; además, porque “el hecho de que un acusado por tales delitos goce de la libertad que no tienen otros acusados por causas mucho menores puede conducir a situaciones de gravedad institucional”. En los próximos días la Cámara de Casación deberá decidir sobre la libertad bajo proceso de Raúl Villarreal: su abogado manifiesta “expectativas favorables” en cuanto a un resultado distinto al que padece Chabán.
D’Attoli anunció que “dentro de los diez días del plazo legal, recurriré a la Corte Suprema de la Nación, para que cada uno de sus ministros analice la cuestión y emita su voto; en el caso de que la Cámara de Casación no me conceda este recurso, me presentaré en queja ante la Corte Suprema para que abra un recurso extraordinario”.
El abogado insistió en que, en caso de que su defendido recupere la libertad durante el proceso, “no habrá peligro de fuga. Chabán no violó las condiciones de la excarcelación que se le había concedido. Además, se depositó una fianza de 500.000 pesos, constituida por bienes de sus amigos personales, que se perdería en caso de fuga, defraudándose así a estas personas. Y también hay que tomar en cuenta que, de hecho, le sería imposible fugarse, custodiado durante las 24 horas por la división Albatros de la Prefectura, con un patrullero naval junto al único muelle; era una especie de confinamiento, de arresto domiciliario”.
En cuanto a la conducta de Chabán en las horas posteriores al incendio de Cromañón, D’Attoli sostuvo que “no se sustrajo a la acción de la Justicia: estaba completamente shockeado, fue deambulando, se trasladó ocho cuadras hasta su atelier y allí se quedó, con la cabeza entre las piernas; no se comunicó con nadie, no buscó ningún apoyo logístico para una fuga; se quedó allí, sin poder creer lo que había pasado, hasta que la policía lo encontró y se lo llevó”.
En cambio, Javier Miglino, abogado de familiares de las víctimas, justificó la decisión de la Cámara: “Primero, está probado que Chabán se fugó en la noche de la tragedia; segundo, está acusado de un delito gravísimo, como lo es el estrago doloso seguido de muerte asociado con cohecho activo, lo cual conlleva una pena máxima de 27 años de prisión, y, existe una real posibilidad de fuga porque cualquier persona a quien le esperen 27 años de prisión preferirá fugarse. Y hay otra razón: que un acusado por delitos cuya pena llega a los 27 años goce de la libertad de que son privados muchos otros, acusados por delitos menores, genera una intranquilidad que puede llevar a situaciones de gravedad institucional”.
“También es muy importante –continuó el abogado de las víctimas– que dos de los jueces de la Cámara de Casación se hayan pronunciado en favor de que se efectúe un solo juicio oral y público, y no dos. Se había pretendido que el juicio a los ex funcionarios de la ciudad fuese por separado, lo cual lo hubiera dilatado hasta la resolución del otro.”
La Cámara de Casación deberá decidir ahora sobre la apelación fiscal a la excarcelación de Raúl Villarreal, mano derecha de Chabán. Su abogado, Joe Stefanuolo, aseguró tener “una expectativa muy favorable. Por una parte, desde que se le otorgó la excarcelación bajo fianza, en julio pasado, los cargos sobre él se morigeraron, pasando de coautor homicidio simple a partícipe secundario en estrago doloso, a lo cual corresponden penas mucho menores. Además, Villarreal no se apartó del lugar del hecho y fue el primero en declarar ante el fiscal”.