EL PAíS › EL MINISTRO DANIEL FILMUS, SATISFECHO CON LA LEY
“A saldar la deuda educativa”
Por A. M.
“Si la Ley Federal de Educación no se cumplió, ¿qué asegura que ésta sí se cumpla?”, fue lo primero que le preguntaron al ministro Daniel Filmus cuando abandonó el recinto.
El funcionario no dudó en afirmar que esta norma “es mejor”. Y explicó que “viene a subsanar a la Ley Federal de Educación que hace diez años prometió un aumento que nunca llegó, porque nunca dijo de dónde tenía que salir la plata. Hoy estamos diciendo que del aumento de los fondos coparticipables a cada provincia se le abrirá una cuenta particular, que es la del aumento del presupuesto”. Consultado por Página/12 sobre el temor de que un “buen instrumento” vuelva a ser desvirtuado en la práctica, Filmus afirmó que “tiene todos los instrumentos legales para que esto no ocurra, porque la Nación tendrá la potestad de retener los fondos para asegurarlos”. Inmediatamente aclaró: “Pero nuestra idea no es llegar a castigar a ninguna provincia sino asegurar los fondos, la cuenta es transparente y la controla la comunidad, la utilización de los fondos es pública”. De todos modos, puntualizó que “si una provincia no cumple, la ley prevé que se le retengan los recursos coparticipables, cada provincia tiene que hacer un programa ante el Consejo Federal de Educación año por año de cómo se va a ir cumpliendo la ley. Y si no cumple, el Consejo decidirá la utilización de los fondos retenidos”.
Respecto de la actitud del radicalismo, el ministro recordó que no estuvo de acuerdo “en que los fondos sean específicos para la educación porque de esa manera no se respetaba el federalismo, pero lo que pasó es que cuando las provincias manejaban la plata, cuando fue la transferencia, no la destinaron a la educación, y ahora queremos que ese dinero vaya específicamente al sector”.
Filmus describió que la prioridad para distribuir esos fondos será la mejora salarial y del trabajo docente, y la construcción de escuelas, además de los 11 objetivos planteados en el texto: “Por ejemplo, que todos los chicos de cinco años vayan a la escuela, cuando hoy el 7 por ciento de ellos está afuera, que tengan los diez años de escolaridad obligatoria, terminar con el analfabetismo, fortalecer la educación técnica y mejorar la calidad de la universidad”. También le preguntaron si “más plata significará más días de clase”, a lo cual respondió que no es una cuestión “lineal”, aunque admitió que “puede ser una consecuencia de la mejora de la educación”.
Sin ocultar su satisfacción por la culminación del proceso legislativo de la iniciativa de su autoría, se entusiasmó ante los micrófonos: “Si se duplican los recursos en estos años Argentina va a saldar buena parte de la deuda educativa que tiene. Claro que salir no será de un día para otro. Con recursos es más fácil encontrar las medidas, como la que pensamos al avanzar en un debate amplio, que es discutir aquellos elementos de la Ley Federal de Educación que están obstaculizando la mejora de la educación argentina, y lanzar un debate nacional, dado que no es un año electoral”.