El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, reforzó ayer su iniciativa de recurrir a los organismos internacionales por los cortes de ruta en Entre Ríos. En una reunión con su consejo de ministros analizó la posibilidad de recurrir esta misma semana a la Organización de Estados Americanos (OEA). También estaría dispuesto a llegar hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Vázquez consideró que está habilitado a elevar su pedido a la OEA dado que la Argentina no respondió la carta en la que pedía que se levantaran los cortes. Mientras tanto, la central sindical uruguaya PITCNT, que no es cercana al oficialismo, repudió los piquetes y planea una movilización contra los cortes.

“Hay una propuesta del presidente (Vázquez) de llevar el tema a la OEA. No tenemos definido todavía (cuándo), sólo hubo el anuncio del presidente en el consejo de ministros. El presidente está preocupado”, destacó la vicecanciller uruguaya, Belela Herrera. Ante sus ministros, Vázquez adelantó que el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, o bien Herrera presentarían esta semana en Washington un pedido al secretario de la OEA, José Miguel Insulza, para que intervenga en la controversia. De todas formas, desde el Gobierno oriental destacaron que “el diálogo entre ambos gobiernos existe y continúa”. El ministro de Transporte, Víctor Rossi, salió a transmitir nuevamente la preocupación por los cortes.

“Efectivamente hay un bloqueo que a esta altura es fácil comprender que trasciende la preocupación ambiental, para transformarse en un daño económico muy importante para Uruguay”, remarcó.

A las quejas del funcionario se sumó ayer Marcelo Abdala, que integra la secretaría general del PIT-CNT. “Los cortes atentan contra la libre circulación y nos parece que es una operación de la derecha que puede ocultar la acción de facciones locales de la burguesía entrerriana”, interpretó el sindicalista, quien sostuvo que además están gestionando una reunión extraordinaria de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Mercosur para analizar el tema. “Estos movimientos ambientalistas no están fortaleciendo la integridad de América latina”, resaltó Abdala, cuya central mantiene, sin embargo, una postura crítica ante las plantas de celulosa. El dirigente aseguró que la CNT “va a intervenir para que se cumplan las normas de minimización del impacto ambiental que generarán las plantas y a exigir estar en la comisión de monitoreo” de las papeleras.