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Mauricio Macri alimentó ayer las sospechas acerca de que el zamorista Gerardo Romagnoli recibió una coima a cambio de su apartamiento del juicio político a Aníbal Ibarra. “Hay mucha gente que está convencida de que Ibarra le pagó a Romagnoli para conseguir ese voto y eso es gravísimo”, advirtió el líder de Compromiso para el Cambio. “El ladrón siempre piensa que todos son de su misma condición”, le respondió el jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, y acotó que “Macri cree que todos los que hacemos política somos como él: capaces de hacer cualquier cosa para conseguir votos”. En verdad, Macri admitió que sobre un eventual pago a Romagnoli “pruebas concretas uno no tiene”, pero afirmó que “el hecho de que mucha gente piense que esto sucedió es realmente malo”. El empresario explicó que “hay denuncias que se están presentando” y agregó que implicaría “un daño a la democracia argentina”. En su réplica a Macri, el jefe de Gabinete porteño remarcó que “Ibarra está siendo sometido injustamente a juicio político precisamente porque no somos la clase política del toma y daca”. También enfatizó que “el gobierno porteño ha hecho del Estado de la ciudad una fortaleza que pone límites a la voracidad del mercado” y aseguró que “estamos en la vereda de la gente, Macri en la de los negocios espurios”.