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Tanto el Tesoro norteamericano como el Fondo Monetario salieron rápidamente a apoyar la decisión del gobierno uruguayo de dejar flotar libremente el peso, una decisión por la que Washington presionó en los últimos días como condición para un paquete de ayuda financiera. “El gobierno ha actuado rápidamente para fortalecer el sistema bancario, abrir sectores clave de la economía y reformar el código tributario. La decisión de hoy (jueves) de modificar el régimen cambiario es parte de una estrategia de fortalecimiento de la política”, dijo en un comunicado John Taylor, subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales. “El compromiso demostrado con la buena política en Uruguay ha allanado el camino para el aumento propuesto del programa del (Fondo Monetario Internacional), que será presentado a la junta directiva del Fondo la próxima semana”, agregó Taylor. El Fondo, a su vez, aseguró, a través de su vocero, Francisco Baker, que “recibimos la medida con satisfacción porque va a proporcionar al Gobierno una flexibilidad adicional para enfrentar las turbulencias regionales”. Según el FMI, se trata de “una complementación lógica del fuerte paquete de medidas anunciado recientemente por las autoridades uruguayas”. Como si fueran pocos elogios, el portavoz del organismo afirmó: “Pensamos que es una renovada demostración de la capacidad de iniciativa, que están en pleno control de la situación”. El ministro de Economía uruguayo, ratificando que la decisión se tomó conjuntamente con Washington, declaró por su parte que “hay convicción en las autoridades del Fondo de que esto va a ser bueno para la economía uruguaya”.