EL PAíS
“Si dicen la misa son boleta, los vamos a matar”
El cura párroco de la iglesia San Judas Tadeo de Lanús levantó el teléfono. “Si dicen la misa son boleta, los hacemos mierda, los vamos a matar”, amenazó una voz femenina del otro lado. Ayer, a una semana de su asesinato durante la protesta piquetera, Maximiliano Kosteki hubiera cumplido 23 años. Su familia y los amigos de la escuela habían pensado recordarlo a través de una misa en la iglesia de su barrio. La amenaza anónima, si bien frustró la idea de la misa, no impidió que la gente que rodeaba a Maximiliano hiciese su despedida en el patio del colegio.
Alrededor de las siete y media de la tarde, la familia de Maximiliano, sus compañeros y amigos cantaron el himno, hicieron un minuto de silencio y se despidieron del piquetero de la Coordinadora Aníbal Verón, que murió en la estación de Avellaneda el miércoles 26 de junio. Fernando Morán, compañero de Maximiliano y único orador del acto que se llevó a cabo casi en paralelo en la Plaza de Mayo, leyó un poema escrito por su amigo. “Maxi escribía muy bien, era un artista”, contó Nora Saavedra, secretaria del bachillerato con orientación artística en el que cursaba segundo año.
Las dos hermanas y la mamá de Maximiliano Kosteki participaron del acto. “La madre es un ser de gran firmeza que trasmite paz, quisimos recordarlo con lo mejor”, relató Nora. Toda la comunidad educativa estuvo presente y también invitaron a la familia de Darío Santillán. “Una de las oraciones que rezamos fue para conmemorar el maravilloso acto que llevó a cabo Darío, cuando trató de salvarlo a Maxi”. Después, la gente de Maximiliano se trasladó hasta la plaza principal de Lanús con velas en sus manos. “Nos quedamos allí hasta que las velas se apagaron”, contó Nora.
La misa planificada se había frustrado cuando el cura párroco de la iglesia se acercó al colegio para contarles a las autoridades que había recibido amenazas. “Le propusimos hacer una misa en conmemoración de Maxi a esta iglesia porque es la que nos correspondía por jurisdicción. El padre tenía voluntad de hacerlo, pero no queríamos correr más riesgos”, aseguró la secretaria del colegio.
La amenaza recibida por los curas de la iglesia de Lanús se suma a todas las que se perpetraron contra los familiares de los piqueteros asesinados y testigos que declaran en la causa. También comerciantes y vendedores de Avellaneda fueron amedrentados para que no atestiguaran lo que vieron aquel miércoles brutal.
Los organismos derechos humanos, como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Correpi el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, la Coordinadora Aníbal Verón, el Movimiento Teresa Rodríguez y el Colegio Público de Abogados de Lomas de Zamora hicieron una presentación ante la Cámara de Lomas de Zamora para que tome intervención directa “y que no se abran tantas causas como amenazas”, relató a Página/12 Claudio Pandolfi, abogado de la Correpi que asesora a los testigos de la muerte de Maximiliano y Darío. “Nos recibieron la presentación y ordenaron a los fiscales que cualquier denuncia relacionada con amenazas, coacción o atentado vinculado con las investigaciones y los testigos sean derivadas a la Unidad Funcional de Instrucción”, abundó el abogado.
Pandolfi también recibió amenazas telefónicas e hizo la denuncia correspondiente. “Nos ofrecieron custodia de la fuerza de seguridad que nosotros quisiéramos. Obviamente les dijimos que no. Es pedirle a los amigos de Franchiotti que nos protejan. También nos propusieron incluirnos en el plan de testigos encubiertos. Pero lejos de escondernos, queremos dar a conocer todas las amenazas y amedrentamientos en forma abierta. Vamos a actuar de manera colectiva ante cualquier problema que tengamos y nos vamos a movilizar, esa va a ser nuestra respuesta”, aclaró.
En tanto, en la escuela de Maximiliano están pensado en armar una muestra con sus trabajos e instalar murales en la estación de tren de Avellaneda. “Queremos rendirle un homenaje a Maxi y recordar a Darío. Ellos dos ya pasaron a formar parte de nuestra historia”, contó Nora.
Informe: Gimena Fuertes.