Aunque reconoció la existencia de “grupos marginales” antisemitas, el presidente Néstor Kirchner descartó ayer que este fenómeno sea parte de un “rebrote”, tal como se lo plantearían los representantes de la comunidad judía estadounidense, cuando el mandatario visite Nueva York la semana próxima. “Los argentinos somos gente de paz, de amor, que amamos a todas las razas y las defendemos. Tenemos un sentimiento humanista y cristiano que practicamos permanentemente y lo defendemos con todas nuestras fuerzas”, afirmó Kirchner al hablar en un acto en Casa de Gobierno.

El Presidente remarcó, en referencia a los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA, que “nadie más que este gobierno ha buscado que se castigue como corresponde y se averigüe la verdad de los terribles atentados que tuvimos”. A los dichos del Presidente se sumaron las declaraciones del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien aseguró que las actitudes antisemitas “son una expresión de una parte minúscula” en la Argentina y señaló que “está muy bien que la sociedad reaccione ante expresiones de este tipo”. El funcionario recalcó que “la comunidad judía sabe muy bien el respeto que este gobierno siempre ha tenido tanto por la comunidad judía como por todas las comunidades y credos que se practican en la Argentina”.

Con estas afirmaciones, el Gobierno busca anticiparse a los reclamos que recibirá durante el viaje que el Presidente realizará a Nueva York, con motivo de la 61ª Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí, su esposa, la senadora Cristina Fernández, y el canciller Jorge Taiana ya tienen previsto un encuentro con representantes de la comunidad judía. Según adelantaron dirigentes de la AMIA y la DAIA, en ese encuentro los dirigentes expresarán su preocupación por lo que interpretan como “hechos antisemitas” en la sociedad argentina y también plantearían su indignación por la falta de avance en la causa que investiga el atentado a la mutual judía.

Dos hechos resultaron cruciales para quienes denuncian el supuesto “rebrote”: las pintadas antisemitas aparecidas hace un mes en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y el accionar del grupo Quebracho, que semanas atrás impidió una movilización de un sector de la comunidad judía, en apoyo a las víctimas civiles de Israel durante el conflicto de Medio Oriente. Ambos acontecimientos derivaron en un reclamo de una respuesta “contundente”, mediante una carta motorizada por políticos de centroderecha como Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy.