“El aparato de Avianca debía aterrizar en Ezeiza, pero había problemas meteorológicos: después de tenerlo media hora orbitando, los controladores le dijeron que se dirigiera al aeropuerto alternativo, que era el de Córdoba. Ese fue el primer error, porque también allí había mal tiempo; en cada vuelo el aeropuerto alternativo debe estar garantizado”, aclara José Vaca, ex presidente de la Asociación Argentina de Aviadores Civiles. Al no poder aterrizar en Córdoba, el avión se declaró “en emergencia de combustible: le indicaron que se dirigiera al aeropuerto de La Rioja, pero le informaron una altura de vuelo que lo hubiera hecho estrellar contra los cerros. El avión se salvó gracias a Marcelo Porchetto, que comandaba un vuelo de Southern Winds y escuchó lo que pasaba, le indicó al piloto de Avianca la altura correcta y lo guió para aterrizar en La Rioja. Fue el 16 de agosto de 1997”. Según Vaca, “Enrique Piñeyro iba a incluir este episodio en Fuerza Aérea S.A., pero no llegó a hacerlo por cuestiones de montaje”.